ES ALGO NORMAL, usual, revestido casi, con fatalidad
de ley física. Que Chávez, en última instancia y salvo prueba en
contrario, es el verdadero culpable de cualquier malentendido, chisme,
especie difamatoria, guerra sucia - no existe ninguna guerra que sea
limpia, valga la aclaratoria- infundio, remitido, correo electrónico
masivo o videomontaje, puesto a circular en detrimento de su gobierno.
- ¡Es que tú, no estás dispuesto de ninguna
manera a reconocerle nada bueno a ese hombre tan trabajador! - me
reclamaba días atrás un bolivariano que llena plaza en un ministerio.
No es verdad. Ocurre que los altos funcionarios de
la llamada Quinta República andan huérfanos de obras concretas. En tales
circunstancias lo menos que uno puede hacer por estos abnegados padres de
familia, es dejarles libres el último reducto que les queda para
justificar su salario. Si no pueden rescatar el estado Vargas, rebajar los
índices de criminalidad, ni substraerse de los escándalos de corrupción
mas virulentos, que por lo menos salgan a defender a su jefe en los líos
que él mismo se fabrica.
Me hacía las anteriores reflexiones con motivo del
vídeo en que aparece Chávez con el presunto narcoguerrillero e
integrante de las Fuerzas Armadas revolucionarias de Colombia, Diego Serna
Alzate.
¿Compromete tal compañía a nuestro Presidente?
Uno escucha las explicaciones que dan el mismo
afectado y los miembros de su gabinete y se lleva las manos a la cabeza,
porque es una situación grave, que afecta al gentilicio y que por lo
mismo no se puede abandonar a la suerte del "sin comentarios" o
del displicente "Me da lomo". De allí que por esta vez y de
manera excepcional, vamos a defender al Presidente, aunque mal pague o no
pague de ninguna forma, porque tampoco vamos a pedirle algo a cambio de la
modificación de nuestra línea.
LOS ANFITRIONES. Lo primero que hay que aclarar es
que el presunto guerrillero, no formó parte del grupo que partió desde
Miraflores rumbo a Colombia. El hombre estaba en Bogotá, se sumó al
comité de recepción que preparó el Presidente Pastrana, de modo que es
al gobierno de este último a quien hay que pedir cuentas por la
inclusión de un individuo con semejante prontuario, como acompañante o
guardaespaldas de Chávez.
Pero tampoco vamos a agregar un elemento de
discordia a los numerosos desencuentros entre los dos países. Se trata de
una relación difícil, delicada que muchas veces ha estado a punto de
colapso, por culpa de un individuo que cree que con puyarle la barriga con
su dedo índice a su colega colombiano en medio de "¡Eh! ¡Ah!
¡Hermano Pastrana!", compensa los amancebamientos con Tiro Fijo,
Mono Jojoy y Ballarales.
A esta alturas de la crónica, es bueno darle
ciertos detalles a la gente poco familiarizada con cuestiones de
protocolo. Cuando un mandatario hace esta clase de giras, el país
anfitrión le escoge como acompañante o chaperón a un ciudadano local.
Por supuesto que debe ser una persona que haga buenas migas con el
huésped ilustre.
¿Qué querían que hiciese el gobierno de Pastrana?
No podía asignarle como cicerone a un conservador colombiano, a un
integrante de los llamados paramilitares, ni al diputado Vargas Lleras,
quien ha denunciado que hay militares venezolanos que tiene campamentos en
su país con miembros de las FARC y los llamados elenos. Le asignó a un
pana y si alguna duda cabe al respecto, no hay nada más que mirar la cara
de felicidad - casi como cuando lo acompaña Fidel Castro - que tenía
nuestro Presidente en la controvertida gira. Además, lo regresaron sano y
salvo. Sin ningún rasguño y en la política, lo que cuenta en último
caso, son los resultados.
A LO MEJOR ERA GUARDESPALDAS. Claro, siempre existe
la posibilidad que las funciones del presunto guerrillero, fuesen las de
guardaespaldas. En este caso tampoco hay que recelar la aparente calidez
entre nuestro Presidente y el ahora acusado de guerrillero.
En esto de los guardaespaldas se produce algo
parecido al llamado Síndrome de Estocolmo. Muchas veces el supuesto
protegido, se convierte en protector de quien está supuesto a ponerlo a
salvo. Nos viene a la memoria, "The bodyguard" la célebre
película con Costner y Whitney Houston. Es una escena final. Se rompen
unas copas. El supuesto tipo duro cree que son disparos, se lanza al piso
porque teme por su vida y es la chica quien lo resguarda con una mesa,
mientras concluye el film con la siguiente frase jactanciosa: "Don´t
worry. I´ll protect you".
También está el caso de Estefanía de Monaco.
Terminó por casare con su espaldero y de no ser también por un video
indiscreto, hubiese sido una unión hasta que la muerte los separe.
Total, que si en algún caso debe relevarse a
Chávez de responsabilidad, es en este de su supuesto acompañante o
guardaespaldas.
¿Ah? ¿Qué? ¿Me salió mal la defensa de nuestro
Presidente? Bueno, por lo menos nadie podrá decir que no hice el intento.
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