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Daochou es un creador, un artista, un verdadero genio que ha elegido la entrepierna viril, como materia prima de sus obras, pero con igual éxito pudo haberse inclinado por un pentagrama, la escultura o una inolvidable puesta en escena. Daochou es el jefe del Servicio de Cirugía Plástica del Colegio Médico de Hubei, República Popular China. Daochou no elimina papadas, arrugas, patas ´e gallina, ni líneas de expresión pero ha devuelto a miles y miles de chinos -chinas, para ser más preciso - 1a verdadera dimensión de su existencia. En pocas palabras, el médico es capaz de aumentarle el calibre a todos aquellos caballeros que a la hora de la hora mueven a risa - o a cosquilla - a sus respectivas parejas. La técnica del científico -según nos informa el cable desdeña el silicone la prótesis y, en su lugar, fragmente óseos y músculos con terminaciones nerviosas, del propio paciente, son implantados como refuerzo en aquellos cuadros clínicos que presentan dimensiones de diez centímetros o menos, aún en los momentos más emotivos. De más está decir que al conocerse el invento, a la oficina del cirujano han llegado las peticiones más estrafalafrias. Una dama ha pedido presupuesto para que a su compañero, en vez de uno, le sean implantados siete injertos, que cubran la semana entera; Rambo es decir, Stallone, quien como en otra antología hemos informado, quedó como un colibrí de tanto inyectarse esteroides; ha solicitado operación que tan sólo le habilite para exhibirse nue vamente en shorts en sus películas, y un señor de New York, pretende que al injertoj se le anexe un timer que le controle el problema de eyaculación precoz que padece desde hace años. Como era de esperarse, mis amigas feministas han levantado su voz de protesta y, destinatarias al fin y al cabo de] invento, solicitan que sean ellas y no lo caballeros, quienes intervengan en la selección del tamaño, diseño y color del instrumento; y lo que es aún más militante, que el accesorio, debidamente digitalizado, se ponga en movimiento sólo al activarse una clave, en posesión de las cónyuges respectivas. En lo personal no creo necesitar del doctor Daochou, pero por si acaso alguna de mis amigas me sugiere la operación, le diré como Sinatra: "Yo no vendo voz, vendo estilo".
© 2001 Derechos Reservados - Dr. Omar Estacio
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