Mas Secesionista será Usted

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En materia de secesionismos, cabría replicarle al autor de la acusación con el consabido, más secesionista será usted . . .


 

  Ahora, nos vienen con la denuncia de supuestos planes secesionistas de los opositores con posibilidades tangibles, de ganar gobernaciones y alcaldías en las elecciones del venidero noviembre. En esta clase de miedos, por no utilizar cierto venezolanismo, uno, se queda sin saber qué fue lo primero: la gallina - sin alusiones personales- de la inminente derrota del oficialismo en, Zulia, Táchira, Mérida, Miranda, Carabobo, Bolívar, Barinas, Aragua y Distrito Capital o el huevo del pretexto acomodaticio y tramposo, para acabar con los últimos vestigios de democracia y descentralización.

 

En materia de secesionismos, cabría replicarle al autor de la acusación con el consabido, más secesionista será usted, porque en lo que se refiere a división y fractura del gentilicio, si quienes adversan al gobierno deben algún centavo, las cantidades a cargo del señor Chávez se contabilizan por morocotas.  

Por lo demás, nada o poco original, esa treta de atribuirle las miserias propias a las acciones ajenas. Prolepsis, denominaban en la retórica de la vieja Atenas, el recurso de anticiparse a los argumentos del adversario. Pero tampoco hay que ponerse aristotélico para describir a quién se refleja mejor en el ¡Al ladrón, persigan al ladrón! que es artificio del hampa común y barriobajera.

La primera línea secesionista entre los venezolanos, fue dibujaba por el dedote de odio, de quien en estos últimos años le ha dado rienda suelta a su condición de resentido, mental y sentimental. Algún toque de humor negro le quiso imprimir en un comienzo a la práctica, con el mote de “escuálido”. Solo que pronto, tal malquerencia social pasó al terreno de los hechos concretos, mediante las listas de Tascón y Maisanta que, todavía, siguen siendo utilizadas para la exclusión del contrario.

En materia de perpetradores de cada appartheid, la o las víctimas de tal práctica, insultos y/o remoquetes para intentar vejar al adversario y sistemas de castigos, la Revolución Forajida ha parido como una acure mamá.

Ni siquiera, los partidarios del oficialismo, han escapado de esa práctica, por demás diabólica, de clasificaciones y subclasificaciones, aunque en este último caso, la taxonomía ha respondido a factores como la forma de acercase al sabor de los negociados bolivarianos, número de dígitos de las cuentas off shore, grados de consanguinidad o afinidad con la genealogía presidencial y hasta capacidad de compra del güisqui de ocho, 12 18 años o el apetecido Premim.

Si para operarse de cataratas, tiene que registrarse en una interminable lista de espera para La Habana, malo, malo. Usted, por mucho que crea en el slogan “Con Chávez manda el Pueblo” desde el punto de vista técnico, clasificará como “bajoperraje bolivariano”. Como máximo, podrá aspirar a unas compritas en Mercal, cobrar, cuando cobra, en una de las llamadas misiones y ser enguacalado en furgoneta o en gandola  para cada mitin de la avenida Bolívar. La licencia, para un flamante Kalashnikov, es una señal que usted comienza a clasificar para darle una patada a la pobreza, porque el aparatejo le servirá para cobrar peaje en su vecindario, atracar bancos, lo mismo que para aterrorizar policías que tengan el atrevimiento de solicitar a cualquiera de sus compinches.

Hay otros signos clasificatorios de la madre de ascenso social bolivariano. Pasarlo gordo, en La Orchila, con una o varias tiernas, gastos “cubridos”, como un vástago, cualquiera, del señor Hugo Chávez. O conducir un “Audi” y en una noche loca, echar piques a toda velocidad por las avenidas de la urbanización Altamira.

El nepotismo, es el racismo en su expresión más regresiva. Por su parte, el secesionismo, es subproducto de ambas lacras sociales, con el establecimiento, en el caso específico del estado Barinas, de barreras infranqueables a la venezolanidad, la pertenencia a la patria chica, los méritos personales e incluso, la filiación en el propio partido de gobierno ¡Secesionista, ustedes, los Chávez!

Menos mal que ni Venezuela es Bolivia, ni Santa Cruz, Sabaneta.

 

© 2008 Derechos Reservados - Dr. Omar Estacio