El Rey de Tonga

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Tonga, con apenas 178 kilómetros cuadrados y 119.000 habitantes, es uno de los  países más pobres del Planeta . . .


 

  El pasado, primero de agosto, no fue un día cualquiera en la ciudad de Nuku’ Alofa, capital de Tonga, pues tuvo lugar la coronación de, Su Majestad, George Tupou V, y eso, en aquel archipiélago del Pacífico Sur, constituyó una buena excusa para pasarlo gordo.

Es posible que algún lector desconfiado pretenda atribuirle a la presente crónica, segundas o terceras intenciones –que no tiene- y por lo mismo, hasta dude de su veracidad.  Por ello, para evitar suspicacias, es mejor resumir el relato que de la pintoresca celebración hace la agencia Associated Press (www.ap.org): “La ceremonia cristiana puso fin a una semana de festividades que incluyeron banquetes con cerdo asado, ritos tribales y pompa digna de la Corte británica (…) El soberano  de 60 años el día de su coronación, lucía una larga capa aterciopelada y permaneció sentado en un trono dorado de casi 2,5 metros de altura”.

Es posible que algún lector desconfiado pretenda atribuirle a la presente crónica, segundas o terceras intenciones –que no tiene- y por lo mismo, hasta dude de su veracidad.  Por ello, para evitar suspicacias, es mejor resumir el relato que de la pintoresca celebración hace la agencia Associated Press (www.ap.org): “La ceremonia cristiana puso fin a una semana de festividades que incluyeron banquetes con cerdo asado, ritos tribales y pompa digna de la Corte británica (…) El soberano  de 60 años el día de su coronación, lucía una larga capa aterciopelada y permaneció sentado en un trono dorado de casi 2,5 metros de altura”.

Tonga, con apenas 178 kilómetros cuadrados y 119.000 habitantes, es uno de los  países más pobres del Planeta. Por esto último, quizá, un grupo –nunca faltan los envidiosos- al enterarse que las festividades habían costado una cifra superior al presupuesto nacional de dos millones y medio de dólares anuales, levantó su voz de protesta. Pero no contaban con la agudeza mental del nuevo monarcas, quien ni corto ni perezoso, respondió con una de sus declaraciones más ingeniosas: “Ukalala-conga” que en dialecto tongonés, a la letra, significa: “Nosotro hacemo lo que nos sale del forro po’que pa’ eso semo gobielno. Y al que no le guste que se vaya a llorá p’al Valle”.

Reseña Associated Press, que a la coronación asistieron 1.400 dignatarios del mundo, incluida una nutrida representación de la realeza, como Naruhito, príncipe de Japón, Maha Chkri Sirindhour, princesa de Tailandia y los archiduques británicos de Gloucester.

En medio de tal convergencia de gente de sangre azul, la mosca en la leche –como siempre- la pusieron los oligarcas de la prensa. Aseguran que el nuevo monarca cuando se enteró de la presencia de un corresponsal español, se atavió al igual que su hija, quien funge de Primera Dama, al estilo del Gran Gatsby, aquella versión fílmica de la obra de Scott Fitz-Gerarld, protagonizada por Robert Redford y Mia Farrow. La pretensión de, Su Majestad, era comenzar a figurar en la “¡Hola!”. Pero antes de dar inicio a la ansiada entrevista, el corresponsal extranjero puntualizó de forma un tanto altanera, casi, como el propio monarca de la Madre Patria:

- Qué “¡Hola!”, ni qué “¡Hola!”, yo, de donde soy reportero, es de “Discovery Salvaje”.

Según pauta la tradición tongaza, el nuevo monarca tenía que haber sido coronado en 2007, a un año, exacto, de la muerte de su padre, Taufa’ Ahau Tupou IV. Sin embargo, disturbios acaecidos a finales de 2006 en la capital del país, en los que ocho personas perdieron la vida y varios edificios fueron supuestamente incendiados por los contestatarios, obligaron a posponer la coronación. Las manifestaciones eran por lo de siempre. Autoritarismo, concentración de Poder, nula autonomía judicial, armamentismo –con la subsiguiente rebatiña entre los generalotes, por las comisiones en las compras militares- represión a la disidencia, intrusión en los asuntos de los países vecinos, nepotismo y aquí llegamos a donde no queríamos llegar: a la fruición, a la comezón, a la picazón, de todos los miembros de la familia real, desde  Su Majestad, pa’ bajo,  Madre, Padre y Espíritu Santo, incluidos, por meter mano en Tesorería Pública y disponer de esta última, como si se tratase de sus propios conucos.

En anteriores columnas hemos efectuado diversas clasificaciones de las republiquetas. A saber, republiquetas bananeras, republiquetas de la ex Unión Soviética, republiquetas africanas, republiquetas suramericanas, republiquetas de algún atolón del Pacífíco, republiquetas forajidas, petrobolivarianas y desvergonzadas. No volveremos a realizar tal tipo de taxonomías que tanto disgustan a los adherentes de estas últimas. En lo adelante lo nuestro será, exclusivamente, los asuntos de la realeza.

 

© 2008 Derechos Reservados - Dr. Omar Estacio