Bolivarianolandia

Principal   En El Universal    Cosas de Julián   El Articulista   Contact

 

Principal
DIARIO 2001
Comunismo y Gerundio
¡Plomo al hampa! Bolivariano
O comunismo o libertad
La Noche que mataron a Brito
Hijos de la Cuarta República
Se van las Colombianas
Lombrosianos y Política
Urosa y cierto comunista
La Operacion Chávez Abarca
Ramírez y Leocenis García
Abogados:Nada que Celebrar
Franklin Brito
Justicia de gorgojo
Magnicidios y Magnicidas
Juridificación Política
Las Milicias, salvarán la Patria
Las Odiosas Comparaciones
Tribunal Supremo de Justicia
A quien no voy en el Mundial
Alvarez Paz
Presidentes Bandoleros y Alcaldes
La Totonataria
Al Sr.Jorge Rodriguez
La Contrarrevolucionaria Arepa
Una Victoria de Butifarra
Duro de Matar
Tronas y Megatronas
El Rey de Tonga
Pagar Viudez
Papa (bolivariano) Habemus
Abogados:Poco que celebrar
Matar Gatos
El Propio Ministerio
La Cruzada de los Abogados
La Narcocomputadora
Circo, enanos y payasos
Mas Secesionista será Usted
La Plancha Salvadora
Prohibida la palabra Loco
La Maleta de Pandora
¿ Loco?
Estimado Juan Carlos II
Su hallaca en Miraflores
Horror Gamberro
En"El Universal"
En "La Razón"
En "El Nacional"
Cañón corto
Desempatarse
El Pimentón
Incensurable
La cadena
La partida
Llegar a Viejo
Llegar a Vieja
Pensando en Exiliarme
El Articulista
CONTACTO

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Así fue que nació la idea de ¨Bolivarianolandia”. “Una ciudad en la que no lo cacerolean, ni lo hacen pasá vergüenza” . . .


 

  Cansados de la repulsa de los vecinos del conjunto en Lagunita contrisclus donde residen, el bolivariano Freddy Williams III y la bolivariana Yakelín Gertrudis, tuvieron una conversación muy en serio.

-Esto no se aguanta más, Yakelín Gertrudis. Anoche no pude tomar la palabra en la asamblea de condemonio, porque se formó un idem, de pitos y rechiflas. Todo porque como punto previo, quise explicar en qué consistía el deporte del golf endógeno.

- Igual me ha pasado a mí, Freddy Williams III. El viernes me cacerolearon en la tienda de delicateses cuando encargué varias latas de caviar de berruga y al día siguiente, me hicieron el ¡fo! en el Aerobics Institute of the Yunaites Estates, porque pregunté que a qué hora eran las clases de “Poncio el Pilates”. Hasta  nuestro bebecito Clintonvizquel, ha sido víctima de bola negra en el colegio americano donde lo inscribimos.

A estas alturas del relato, consideramos conveniente una aclaratoria. Ese, a quien los susodichos bolivarianos llaman nuestro bebecito, es un tarajallo de diecinueve años. Además, a Clintonvizquel no le tiraron ninguna bola negra por su condición de boina roja. En el colegio no hicieron más que aplicarle el reglamento de cuatripitientes, porque en los últimos cuatro años, aparte de no haber aprendido ni a decir ¡Yes! se le olvidó el escaso castellano que sabía. Por si fuese poco, se jubila de clase para irse a los sanitarios a fumar y a pensar en su novia, una tal Manuela, que según sus compinches más cercanos, no existe sino en su imaginación.

- ¡Pongámonos en huelga de hambre o mudémonos de nuevo a los Jardines de El Valle, Yakelín Gertrudis!

- ¿A los Jardines del Valle? ¿A pasar hambre? ¡‘tas tostao, Freddy Williams III. Pa´ los tiempos de la oprobiosa Cuarta República ni pa’ cogé impulso!

Así fue que nació la idea de ¨Bolivarianolandia”. “Una ciudad en la que no lo cacerolean, ni lo hacen pasá vergüenza”. Un poco largo el nombre del nuevo enclave urbano, incluido el slogan. Pero no importa. Todo sea por la calidad de vida de estas familias que le han dado un patadón a la pobreza, gracias a los negociados en Mercal, Cadivi, Fodafa, Fontur, las importaciones de Brasil, la compra de bonos argentinos, las adjudicaciones a dedo y las licitaciones chimbas, con sus respectivos etcéteras y etcéteras.

La promoción comercial de la nueva metrópolis corrió por cuenta de los bolivarianos Freddy Williams III y su emprendedora esposa. Fue seleccionada  una localidad agreste, amistosa, enclavada en una reserva forestal, porque la ley es pa’ los pendejos. Todo para que parejitas emergentes como Freddy Williams III y Yakelín Gertrudis pudiesen pasarlo gordo, sin las miradas indiscretas de los envidioso escuálidos.

En Bolivarianolandia se decretaría la impunidad absoluta. No habría necesidad de poner las fastuosas casas a nombre de testaferros. Además la nueva urbe socialista incluiría un chopin moll, a salvo de cámaras ocultas y periodistas respondones, donde los revolucionarios de pura cepa, pudiesen comprar relojotes como los de “Mi Comandante”, Hummers como los del yerno de “Mi Comandante”, purasangres como los de las haciendas de los familiares de “Mi Comandante” y hasta calzoncillos “Dolce & Gabana”, porque cuando uno se pone fisno, la fisnura también coge de la cintura pa’ bajo.

Los tonjauses se vendieron, como pan caliente. En plano como se dice en el argot inmobiliario. Incluso, los felices compradores pagaron los anticipos en dólares, euros y demás clases de moneda dura. Pero es cuestión de naturaleza, como reza el famoso cuento de la rana y escorpión. Bolivariano es bolivariano. Así que  Yakelín Gertrudis y Freddy Williams III, felices promotores de la nueva ciudad, imagen y verdadera semejanza del Socialismo del Siglo XXI, se dejaron de malos ruidos, se embolsillaron las cuotas iniciales y bajo el lema de “ladrón que roba ladrón” se fugaron para los mayamis con semejante billetamen.

La inauguración de Bolivarianolandia, ha quedado pospuesta hasta nuevo aviso. Pero los frustrados propietarios no se dan por vencidos. Ya están bregando algún subsidio o créditos blandos para concretar sus aspiraciones de “mansión propia”. Aunque, uno, tiene algunas sugerencias. Las Colonias Móviles de El Dorado, sería un inmejorable sitio para albergarlos ¿No les parece?

 

© 2007 Derechos Reservados - Nelson "Lonpleipelúo" Ramírez