|
UN APOSTADOR COMPULSIVO es el individuo que saborea el riesgo de enfrentar su propia ruina. Este vértigo incontrolable, autodestructivo, pero sobre todo desdeñoso del trabajo cotidiano, es tan viejo como el hombre mismo. Publio Sirio ya se lamentaba que el mejor apostador es el peor ciudadano. La Patdea, aquel hermoso ideal helénico de la cultura intentaba, entre otras, erradicar la costumbre de arriesgar el dinero al azar que ya se encontraba extendida en la Grecia presocrática. Un jugador que se respete apuesta a lo que sea. El primer lugar donde se posará una mosca, era envite favorito entre los antiguos pobladores del Medio Oriente. Por consideración a los lectores - en especial a las lectoras -nos abstenemos de detallar las tretas que utilizaban aquellos jugadores para que los inmundos bicharrajos voladores se conviertan en instrumentos de la fortuna personal. Los tahúres de Las Vegas, siempre han tomado cualquier clase de apuestas. Cuando Sinatra se iba a casar con Mia Farrow, entonces una chica flaca, plana donde se le mirase, con peinado casi al rape y treinta años más joven que Frank, la apuesta de cuando se divorciarían causó furor entre los detractores del astro. Todavía me parece escuchar la respuesta de Ava Gardner cuando le preguntaron si tomaría un número de esa ruleta: No. Voy a pasar - respondió tratando de ocultar su despecho - es que antes había apostado a que Frank terminaría acostándose con un chico... Bingos, casinos y corrupción Lo afirman los estudiosos del fenómeno. En los pueblos sumidos en el atraso, la corrupción administrativa es un factor de progreso, reactivación de la economía y redistribución de la riqueza. Paradójico ¿No? Segun estos teóricos, como en las republiquetas bananeras, republiquetas forajidas y republiquetas bolivarianas, el aparato burocrático es ineficiente, lento y por lo mismo obstáculo insalvable para cualquier plan de desarrollo, la colusión con los funcionaríos públicos es la única posibIlidad para adelantar iniciativa de cualquierespecie. Un país necesita de un sistema de identificación moderno, porque ya se sabe que los muertos votan, aparte que hay azotes debarrio con dos,tres o más cédulas de identidad o una cédula de identidad por cada dos, tres o más inmigrantes chinos. Una revolución requiere de un plan para repartir lactovisoy, pan y latas de sardinas entre las clases más depauperadas. ¡Al diablo con una licitación pública e imparcial o con un sistema de gerencia moderno para proveer esos servicios elementales! Jamás sepodrán sortear los obstáculos de tales procedímientos alejados de clertas idiosincrasias. Siempre será más eficaz que varios de esos fúncionarios públicos perezosos y rezongones, pendientes sólo de cobrar quince y último, vayan pegaos, de modo que lo que toma tres o cuatro períodos constitucionales por las vías ortodoxas, se resuelva de un solo plumazo con una adjudicación a dedo o la declaratoria de una emergencia constitucional. Los citados teóricos aseguran que otro de los aspectos que aborda la Corrupción sin ninguna clase decomplejos, es el flagelo de la defectuosa redistribución de la riqueza. Sería el caso de gente con hambre atrasada, porquel os últimos cuarenta años no ha dado golpe laboral,- no del otro tipo- y que de otra manera no verían nl en fotografía el boom del precio del barril de petróleo. Pero no hay nada perfecto. Las expectativas que se alimentan de las cercanías al tesoro público tampoco alcanzan para todos, así que sus limitaciones se compensan con la proliferación de bingos, casinos y salas de jue go. En otras palabras, para la oligarquía el número seguro del bájate de la mula, el cuánto hay pa'eso y el movímiento 'e bemba - este último sin alusiones personales - y para los plebeyos, soberano o perraje el envite y azar como única posibilidad de mitigar la tasa de desempleo en aumento. ¡ Abran juego! Escribía Baudelaire que existen pocas distracciones que no sean culpables. Quizá por eso, seamos poco proclives al juego. Pero resulta difícil sustraerse del ambiente lúdico de apuestas como las síguientes: ¿Habrá un descabezamiento en seco al estilo Cipriano Castro ejecutado por Miquilena o el descabezado será este último por declararse enemigo de la guerrilla colombiana? ¿Navegaremos rumbo al mar de la felicidad o el llamado proceso naufragará en las aguas procelosas del referendo revocatorio más cercano? ¿Será chicha o será limonada el comandante de esta supuesta revolución bolivariana? Ni Fidel ni Cipriano Castro. Mar de la felicidad todavía menos. Anoche le juguié un billete entero a que todo esto termina con un traslado de emergencia de Miraflores a Bárbula.
© 2001 Derechos Reservados - Dr. Omar Estacio |