Sea como
sea, presidente Morales, lo cierto es, que esa mala uva, compartida o no, me
ha conducido a pecar, aunque sea nada más que con el pensamiento. Veamos: si
al señor Chávez lo señalan de jugar o haber jugado al pico-pico-solorico con
Tiro Fijo, Mono Jojoy, Mugabe, el “señor” De Goveia, Ceresole, El Chacal,
Saddam Hussein, Mohamed Gadafi, Fujimori o con cierto testigo, con licencia
para mentir, ahí estoy yo, otra vez, prejuiciado, echando pestes, aunque sea
solo en mi fuero interno, de cualquier persona que se
agregue al mencionado
círculo de selectas amistades.
Hasta con el Magallanes
¿Es Evo Morales, otro hipotético pana del presidente de Venezuela?
Entonces,
debe ser igual a los demás y en tal supuesto ¡que se jorobe! Ese es el
primer pensamiento, que me toma por asalto. Me ocurre, también, con el
Magallanes, cada vez que salta al terreno de juego. Todo por las presuntas
preferencias deportivas de quien ahora miramos como su mentor. Pero ni el
futuro de Bolivia es un partido de beisbol, ni sus amistades, respetables o
no, señor Morales, lo hacen acreedor a que nadie desee su fracaso. Total,
que recuperada la sindéresis en cuestión de décimas de segundo, porque los
pensamientos negativos deben naufragar en el amor al prójimo, se lo ratifico
de corazón: ojalá que el pueblo boliviano encuentre en usted, la redención
que no halló en gobernantes anteriores, derechistas e izquierdistas. Sin
entrar en más detalles, porque lo último que haremos es meter nuestras
narices -o nuestra verruga- en los asuntos internos de una nación hermana y
ésto lo escribimos sin alusiones personales.
Establecido lo anterior, pasamos a las obras, porque los afectos sinceros,
no se pueden quedar en los simples deseos.
LOS
CONSEJOS. Días atrás,
señor Morales, leía que inmediatamente después de su juramentación,
suscribió varios convenios con la llamada Revolución Bolivariana.
Ahora
bien, inmersos en la mencionada onda de simpatía hacia su gestión, nos
permitimos las siguientes recomendaciones.
Se lo
advertimos porque notamos en su colega en referencia, cierta tendencia al
ninguneo, por no utilizar otro adjetivo de mayor tonelaje. Algo que en otros
casos, le ha valido protestas del reputado Centro Weisenthal, de grupos
feministas, de organizaciones de derechos humanos, por no mencionar los
chistes malos, a costa de la pigmentación de uno de sus ministros, obligado
a reírlos a colmillo pelado, lo mismo que unas desafortunadas chacotas, en
las que dio por sentada la ignorancia de la señorita Condoleezza, por su
sola condición de mujer, pero sobre todo, de negra.
¿Piches 30
millones de dólares de regalo para el “hermano” Evo? ¿Y a cuenta de qué,
señor Morales? A la Argentina le ha entregado más de dos millardos de
dólares, a Brasil, otro tanto, sin contar el “mono” de ocho millardos del
también pana, Fidel Castro.
Con la
apertura de una sucursal, en La Paz, del Banco Industrial, ocurre algo
todavía peor ¡Gran cosota! ¡Una agencia de un instituto al borde de la
insolvencia, que solo en el segundo trimestre del año pasado, perdió 12
millardos! No me extrañaría que el banco en referencia al menor suyo, en
lugar de un crédito, lo que le otorgue, sea un sablazo.
No me
venga, presidente Evo, con que unos supuestos especialistas “en la materia”
viajarán de Caracas a La Paz, a los efectos de apuntalar su Presidencia.
En
Venezuela, nadie puede sacar un pasaporte en paz, porque las supuestas citas
a través de la Internet, para obtenerlo, son un monumento a la inoperancia
cibernética. Nuestra producción petrolera, se encuentra en su punto más bajo
a causa de la incuria de los supuestos técnicos de la “nueva” Pdvsa y aquí
llegamos adónde no queríamos llegar: nos referimos al presunto complot para
enviarlo al otro mundo denunciado por el señor Chávez, quien de facto
asumió funciones de garante de su vida. Dígales, presidente Evo, que esos
supuestos asesores petroleros, identificación y seguridad, se los manden a
Kichner, a Lula o a Rodríguez Zapatero. Que lo suyo, se lo den en
efectivo; que usted, será indio, pero no pendejo.
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