Para otros, la verdadera movida revolucionaria, progresista y liberadora,
está en mirar más y más pillines, en avalancha también, pero
zarrapastrosos, ataviados con una boína o franela roja, ganándose la
vida en los semáforos como saltimbanquis. Es que ya lo dijo en
Barquisimeto, uno de los tantos iluminados traídos de Cuba para sentar cátedra:
“La Internet, es el opio del pueblo”.
REDIMIR
LA REVOLUCION. Sea como sea la nueva etapa, va. Uno de los compromisos
para el período que se inicia, es la lucha contra la corrupción. Los
reportes de Transparencia Internacional ubican al gobierno revolucionario
entre los más peculadores del mundo aparte, que los beneficiarios de esta
verdadera urticaria por el Erario Público exhiben el producto de sus seis
años de expolios con impudicia. De allí, que el señor Presidente, haya
prometido a sus seguidores, que ahora sí, librará batalla personal
contra el terrible flagelo.
Tal
tipo de ofrecimientos, sin tomar en cuenta los gustos ni idiosincrasia de
los destinatarios, nos recuerda a Belisario Betancur. Ocurrió en su
primera campaña, por la presidencia de Colombia, según lo narra nada más
y nada menos que García Márquez.
Betancur
marchaba primero en las encuestas entre los costeños de su país, pero
quiso asegurar mayoría, con el consabido “¡trabajo para todos!”.
Resultado: En la costa, precisamente, perdió por paliza. El lector
entenderá porqué Chávez, no hizo a sus colaboradores más fieles, antes
del revocatorio y no ahora, la oferta de acabar con la corrupción.
“TAIMA”
PARA LOS PERIODISTAS. Una de las auroras que despuntan en este
nuevo periplo bolivariano, es la del cese de cualquier forma de persecución
en contra de periodistas, editores y propietarios de medios radioeléctricos.
Quedarán pocos en circulación luego de la aplicación de la ley mordaza
y de la reforma del Código Penal. De allí que el llamado proceso haya
comenzado a aficionarse a otro deporte
no menos entretenido. Nos referimos a la cacería de abogados. Hasta ahora
el cronista contabiliza catorce de estos profesionales sentados en el
banquillo con las imputaciones más extravagantes, a causa de asumir con
gallardía la defensa de disidentes. Pronto aumentará el número, porque
nada más inapropiado que un picapleitos respondón, con manía de
denunciar detenciones ilegales y juicios por razones políticas, que solo
existen en su imaginación.
¿Se
acuerdan de aquellos integrantes de los Círculos Bolivarianos,
la “Esquina Caliente” y de los “Guerreros de la Vega”, que
cuando no defecaban a las puertas de la Catedral de Caracas, estaban realizando prácticas de tiros con la sede de la Alcaldía
Mayor?
A
PARTIR DE AHORA, SON “AUTORIDAD”. Una demostración más, si es que
hacía falta otra, del espíritu de superación y capacidad regenerativa
del tejido social revolucionario, que en este caso, se hará sentir en el
área metropolitana de Caracas.
Hay
otra mácula que llena de bochorno esa primera etapa bolivariana, que debe
repararse a toda costa. Por paradójico que parezca, nos referimos a las
prácticas racistas de cierto personero del régimen. Algo que nos
recuerda el reprochable sistema de castas, conforme al cual, quien se dice
discriminado, a su vez, discrimina al que considera su inferior, en una
interminable sucesión hacia abajo, de vejaciones que en nuestro caso se
manifestó en el “to’ negro e’ analfabestio y si e’ ma’ negro que yo, ma’
analfabestio toavía ” aplicado sin contemplaciones contra
Condolezza Rice.
Se
requerirán muchas fases revolucionarias, más puras y menos abyectas,
para superar semejantes prejuicios que sonrojarían al más recalcitrante
miembro del Ku Klux Klan de Alabama.
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