Los Temperamentos

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Los  extraños casos, de alteraciones  de temperamento bolivariano . . .


 

A raiz del fracaso de Manuel Antonio Matos y su “Revolución Libertadora”, hizo fortuna la conseja según la cual, la gente acomodada o medianamente acomodada, era de temperamento alérgico a la pólvora.

Aparte de las rivalidades, anarquía, pero sobre todo de la incapacidad del propio Matos y de los militarotes que lo secundaron - quienes no eran, dicho sea de paso, descendientes de mantuanos- el citado preconcepto se desmorona, al menos en Venezuela, con el ejempplo del hipotético patrono de la presente revolución forajida y desvergonzada. Nos referimos al hijo de papá, más hijo de papá, quizá, habido y por haber entre nosotros, que no fue otro que Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar.

Mientras nos hacemos cargo del objeto específico de la presente crónica, dejamos para cualquier otro lunes, la revisión de las siempre controvertidas causas de la derrota del banquero y doctor Matos, trastocado para su desventura, en guerrero perdidoso.

 

EL SENSIBLE BOLSILLO. ¿A qué se debe que el pacífico contador público al servicio de la mediana empresa, visto por el lunático de Miraflores como todo un general Matos, se convierta en quema-cauchos recalcitrante o en tirador certero y talibán de piedras contra el piquete de la Guardia Nacional más a la mano? ¿Qué genera que de la amantísima ama de casa y supuesta goda de las urbanizaciones San Rafael de La Florida, San Bernardino o Las Palmas, surja toda una doña Bárbara, envalentonada, guapa - aunque no se encuentre apoyada- capaz de enfrentarse con una sargentona que antes que eso, es una sicaria?

Nicolás de Maquiavelo, más marxista que Marx al valorar la importancia del bolsillo en las cosas del temperamento, aseguraba que lo único que no perdona el ser humano, es que le toquen su hacienda.

Habría que preguntarle a Maquiavelo, cuál de los siguientes cálculos económicos enardece y vuelve pendenciero al más flemático promovente de un referendo revocatorio: el de la partida doble del Presidente que lo empobrece mientras asalta, a cuatro manos, el patrimonio público o el debe y el haber de la mayoría oficialista de un ente electoral, que a cambio de perpetuar un régimen guisador, guisa, también, con la compra de unas máquinas de votación o la adquisición de una sede que sobrepasa, con exceso, las necesidades de la institución.

DESDOBLAMIENTOS BOLIVARIANOS. Los cambios de temperamento operados en los últimos cinco años, no respetan edad, color de la piel, condición económica, social, ni simpatías políticas. Para concretarnos mejor. Está igualmente documentado que entre en las huestes revolucionarias, se han registrado ciertas metamorfosis de hasta 180 grados, aunque por causas y en sentidos diferentes a sus opositores.

Como la del autograduado periodista de denuncia, que trocó su viejo oficio de santón - el segundo más antiguo del mundo-  por el de bellaco con cara seria y mensajes, retorcidos, mendaces y desvergozados, que no hacen otra cosa que confirmar aquello de cara seria bellaquerías rocheleras.

O la historia agridulce, de cierto negrito,  respondón e irreverente en  tiempos de la Cuarta República, pero que después llenar plaza en un ministerio, se volvio sigüí y reilón, a diente pelado, al tenor de  los close-ups de los ¡Aló, Presidente!

O el caso del sedicente catedrático, pero que conjuga, “íbanos”, “veníanos” o “robábanos”, cuando va y vuelve de Maracaibo o se retrata en la taquilla del siempre lucrativo negocio del abigeato electoral.   

¡Burlarse de la guerrilla? Ni siquiera Rómulo en medio sus pataletas más desaforadas. Sin embargo, días atrás, Chávez, secundado por los consabidos chupamedias, se permitió hacer chacotas con el camino, siempre respetable de subir a la montaña. Es que para quien se ha rendido dos veces sin reventar un  cartucho, no queda sino la burla de todo aquello que se sabe fuera de sus posibilidades personales.

Ya lo tiene dicho Maquiavelo. En esto de los humores siempre interviene el bolsillo. Los integrantes del cuello blanco revolucionario, buchones y en medio del jolgorio de estar arrimados al sabor de los negociados en Pdvsa, Cadivi y la partida secreta, con sus etecetas correspondientes, se toman a juego y obstruyen las salidas pacÍficas y democrÁticas. Mientras tanto, la pretendida alergia a la pólvora de las supuestas clases acomodadas o medio acomodadas, pero en camino de desacomodarse, ha resultado un mito falso y peligroso.

A ver si para salir de todos estas alteraciones de temperamento, a punto de ebullición,nos “contábanos”, doctor Carrasquero.

 


© 2004 Derechos Reservados - Dr. Omar Estacio