EL DERECHO FORAJIDO.
Lo que cuenta, lo que pesa en casos como el denunciado, es su simbología. Su
posible legalidad o ilegalidad de acuerdo con los parámetros tradicionales,
es lo de menos, porque el llamado Derecho Revolucionario provee para tales
situaciones sus propias categorías. Lo bueno para los revolucionarios, es
bueno, y ya, punto, pa’ gozá y sanseacabó. Además ¿no decían en otro
tiempo, que lo que era bueno para General Motors, era bueno para Estados
Unidos y viceversa? Entonces, las consabidas quejas resultan inoficiosas. Ni
alrededor de los posibles daños al Fisco, ni en torno a zarandajas como las
de transparencia y credibilidad de la administración pública, ni aquella de
la mujer del César, porque en lo adelante, tales clases de damas
bolivarianas, aparentan lo que les viene en gana. Sobre todo si lo que está
en juego es la salud, adelgazamiento, el aflojamiento de la papada de cierta
clase de funcionarios, que además de salvadores de la Patria, se consideran
acreedores al título de galán.
¿Qué tipo de masajes,
aplican en Boca Ratón, que no sean accesibles o por lo menos, publicables en
Venezuela?
Esa es la primera
pregunta comprometedora. Entre nosotros existe, el “sana, sana culito de
rana, todos los días por la mañana”. Una cura eficaz, lo mismo para una
fiebre, que para la fruición de meter mano en la Tesorería, so capa de
fobias y traumas infantiles. Me parece verlo:
Un hombrón, viejo y
peludo - sobre todo esto último - que reclama para sí, el título de
campeón del sufragio universal, directo, participativo y protagónico; que se
jacta de guapo, porque se siente apoyado; que ha dicho que es capaz de
amputarse su brazo derecho, ahí, echadote, tumbadote, en decúbito ventral,
pantalones a nivel de los tobillos, en medio de movimientos acompasados,
recibiendo, de manera literal, la ya mencionada frotación vernácula y
sanadora. ¡Qué Boca Ratón, ni qué factura pagada por “Smartmatic”! Una
filtración de semejante espectáculo sería la perdición, el caos, el
acabóse, no digamos de la credibilidad comicial, sino de los arrestos de
macho, mayormente, si la infidencia revela, que lo del sobamiento es para
ahuyentar el espíritu burlón de María Corina, quien por las noches lo
aterroriza con pesadillas interminables -¡ah, María Corina! en cambio, este
cronista, añora un sueñito contigo.
DOLOR DE BOLSILLO.
Existe la osteopatía, el quiromasaje, el masaje deportivo, el prostático, la
manipulación vertebral, el drenaje linfático, el ayurveda, la reflexología o
kinesiología, sin contar con las derivaciones del Tai Chi, del yoga, la
acupuntura y otras técnicas, en su mayoría, importadas del Lejano Oriente.
La reflexología podal,
es de las más antiguas. Parte de la base, que en las extremidades
inferiores, poseemos 7.000 terminaciones nerviosas conectadas con el resto
del organismo. Algo así, como el teclado de una máquina de votación. Una
pulsación en el talón izquierdo, cuadrante 8/9 y la corriente energética
conduce directo al otorgamiento de un contrato millonario, a dedo, no
precisamente del pie. Un rascabucheo, con una pluma de ganso, más arriba en
la almohadilla plantar y ¡zas! se genera aquel “me pica la mano, me come la
mano”, que siempre presagió el primer premio de la lotería o el corrientazo
regenerador de coima, pagadera en paraíso fiscal. Si, en lugar de una pluma
de ganso, el cosquilleo es con un billete de moneda dura, la reflexología
podal surge con toda su fuerza expansiva, léase, compra nerviosa de un lote
captahuellas o la activación de algún mecanismo bidireccional que lo mismo
garantiza el resultado de un referendo revocatorio, que una reelección hasta
2030.
He aquí un nuevo aporte
en la materia. Nos referimos a la ingeniosa técnica que descubrió
determinados vericuetos. A usted le acarician el dedo gordo del pie y se le
quita el dolor de bolsillo.
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