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El articulista se confiesa víctima de una prudencia casi maternal, al hacer las predicciones sobre el desempeño del gobierno . . .


 

 

En materia de pronósticos, al cronista suele ocurrirle, lo que a las madres con niños en edad pediátrica. Aciertan en el diagnóstico y en la medicación de las enfermedades de sus pequeñines, pero a la hora de las dosis, se quedan cortas a causa de la prudencia.

A comienzos de 1998, cuando para el articulista era obvio el rumbo político que tomaría el país, acertamos en el diagnóstico. Un tourettiano crónico, desaforado, pero sobre todo pendenciero al frente de responsabilidades tan delicadas, nos conduciría al desastre. Años después, cuando los hechos nos daban la razón pero, nos sumían en el desasosiego, nuestra vanidad de pronosticadores también sufrió una inesperada reprimenda: “Tenías razón en lo del síndrome de Tourette – nos acotó un amigo psiquiatra - pero ese hombre igualmente padece lo que se denomina trastornos de personalidad, anestesia moral incluida, que es algo de mucho mayor tonelaje”.

 

Con el adjetivo de  forajida, que desde un comienzo le adosamos al rimbombante título de “revolución”, nos ocurrió algo parecido. Otra administración insuficiente de la dosis, como lo fue el eufemismo de cleptocracia, en lugar del pan, pan de la verdadera comezón o furor por meter mano en la Tesorería Pública.

 

Hechas las salvedades en lo que se relaciona con nuestra capacidad de dar en el clavo de los pronósticos, pero de subcalcular las dosificaciones correspondientes, entramos en la materia específica del presente artículo. Nos referimos a los ejercicios de futurología, a raíz de los procesos celebrados los días 15 de agosto y 31 de octubre.

         

LA LEGALIDAD REVOLUCIONARIA. ¿Recuerdan el principio del “imperio de la ley”, que alguna vez presidió los anhelos para una recta administración de justicia? ¡ Al demonio con tales supercherías ! Una vez que se concrete la ampliación del número de magistrados prevista en la nueva normativa de nuestra máxima instancia tribunalicia, cobrará plena vigencia la llamada legalidad revolucionaria. Toda regla de conducta no se interpretará de acuerdo con sus sentidos lógico o gramatical, sino de conformidad con la versión remozada de la ley del embudo o del “tienes razón, pero vas preso”.

 

 

Los lectores recordarán otra vieja frase, según la cual la riqueza como la tos, no se pueden contener. A partir del proyecto de reforma del Código Penal, que espera turno en el Parlamento, el peligro de asfixia mecánica de los miembros de la nueva oligarquía revolucionaria por intentar semejantes continencias será cosa del pasado. Los milloncejos tampoco se pueden tener, allí, escondidos, porque  además de ser nocivos  a la sulud, fueron inventados para gozarlos.

 

 

Los molestosos cacerolazos capaces de inoportunar las celebraciones con “Etiqueta Azul”, Dom Perignon y demás carburantes quintarrepublicanos, así como las torcidas de ojos por exhibir signos de riqueza que no se corresponden con el bíblico sudor de la frente, quedarán como piezas de museo. Ya lo sabe la diputada de los rulos, promovente de estas reformas legislativas: queda en plena libertad para seguir haciendo el trayecto La Carlota- San Cristóba l-La Carlota en el jet Challenger propiedad de un contratista del Estado, sin despertar los celos malevos de quienes deben hacer el mismo recorrido, pero saliendo desde el terminal de La Bandera.

 

Si en algo habrá un cambio radical, será en materia de pretextos. No es lo mismo esgrimir el bobalicón “no nos dejan gobernar” aplicable cuando existe un puñado de alcaldes y gobernadores respondones, que justificar la megatorta de una taifa de ineptos ungidos por el dedote zurdo del peón alzao que tienen por jefe. Pero, siempre hay espacio para la imaginación y la originalidad en materia de excusas. A saber: la suma de quinientos años de dominación española, adeca y de los llamados Amos del Valle, sin dejar de lado los efectos colaterales del  aumento del precio del excremento del diablo, calificativo muy a propósito para las justificaciones ingeniosas.

 

CORTO PLAZO Y CORTISIMO PLAZO. A partir de la caída y mesa limpia de la mayoría oficialista del CNE, se incrementará la tendencia fascista y represiva de la llamada revolución; la ineptitud y la rapacidad de sus integrantes; la obediencia perruna hacia el déspota; la pobreza, desinversión y la inflación galopante. Eso será en el cortísimo plazo. En corto plazo corriente y moliente, es inevitable el célebre "autosuicidio" de un régimen fincado en el fraude. 

 

Temo que en los mencionados pronósticos puedo haber pecado por comedido. Es que atravieso una etapa de la prudencia casi maternal,  mencionada al comienzo del presente artículo.

 


© 2004 Derechos Reservados - Dr. Omar Estacio