Militarotes supuestamente incondicionales, escoltas, servicio doméstico,
asistentes personales, amigos intimos, concubinas - el occiso se jactaba
de tener cuatro- y alguno que otro pariente, porque no se crea, a la hora
de las soluciones un tanto radicales, hasta familiares cercanos engrosan
la lista de sospechosos.
Lo de la intentona se veía venir desde hacía un
tiempo. Refiere Associated Press, que meses antes del desenlace,
fue descubierto el sexto o séptimo complot orquestado con idénticos propósitos. Claro, la mayor parte se trataba de los consabidos
autoatentados para posar de víctima o pretextar una escalada contra los
derechos humanos. Pero los casos reales, en aquellos no novelados, siempre
estuvo activa la disidencia mas enconada. En particular la constituída por
los conversos. Me refiero a esa clase de ex partidarios, caídos en
desgracia a causa de la mala tripa del déspota o de ofendidos, muy
ofendidos, porque en uno de los tantos botines, los dejaron como las
guayaberas, por fuera. Total, que tanto dió el cántaro al agua, hasta que
una noche tropical, Kabila quedó hecho cadaver.
ESCUELA DE MALANDROS. Los gobernantes bandoleros
siempre adoptan similar patrón de conducta. Quizá dictan en el INCE o en
alguna universidad cierta clase de adiestramiento semiclandestino para standarizar,
el comportamiento de esta clase de granujas.
La primera idea realmente progresista de Laurent
Delfine Kabila al asumir la Presidencia, fué modificarle el nombre al país. Zaire,
así, a secas, dio paso a "República Democrática del
Congo", pese a que como se verá, el rimbombante adjetivo, no llegó ni
a la categoría de remoquete. A partir del mencionado bautizo, los
acontecimientos se desarrollaron con velocidad de película muda. Nueva
Constitución, masiva violación de esta última por parte de su propio
mentor, negativa a convocar elecciones pese al clamor popular y por
supuesto, la inclusión de la república "Democrática" del señor
Kabila, en todas las listas sucias del planeta.
¿Transparencia Internacional, elaboraba un ranking
de los gobiernos corruptos? Seguro que entre los mas peculadores
figuraba el susodicho.
¿La última reunión de la UNESCO, en Dakar,
determinó los países que para 2015, no alcanzarán las metas mínimas de
educación infantil? Lo mismo, Congo, en compañía de sus colegas, los
Estados gamberros de la tierra.
Las naciones maulas declaradas en mora o en peligro
inminente de suspender sus pagos; las de expansión explosiva de la onda de
miseria; las que figuran en todos los "travel warning"
que advierten a los turistas que ¡ni de vaina! se den una vueltecita por
determinadas geografías. Las sospechosas de ser santuario de terroristas.
Las que no pelan un prontuario en la DEA, Reporteros Sin Fronteras, Humans
Right Wach, CEJIL, CPJ. Igual. Los anotados de siempre. Burundi,
Zimbabue, Ruanda, Haití, Mozambique, Yemen, Irak, cierta republiqueta
bolivariana y forajida y, por supuesto, el Congo.
FIDEL DIXIT. Lo que son las cosas, Kabila, un
supuesto seguidor del marxismo, de Lumumba, el Ché, Fidel Castro y demás
dirigencia sesentosa, al final resultó víctima de los postulados del último de los referidos. Me refiero a la
apología del magnicidio contenida
en "La historia me absolverá", versión publicada pero en
especial aumentada, de los alegatos de Castro ante el tribunal que lo juzgó por lo de Cuartel Moncada. Las
enseñanzas en referencia, pueden
resumirse en unas cuantas palabras. Un gobernante, corrupto, represivo,
empobrecedor de su pueblo, sordo y ciego ante manifestaciones
multitudinarias, paros generales y por si fuese poco, negado a contarse en
unas inocentes elecciones, debe ser remitido para el otro mundo. Cuanto
antes mejor y sin preguntar demasiado.
Por eso ya lo decían Yav Nawej y Eddie Kapeud,
citados al comienzo de la presente crónica "¡Que peticiones de
renuncia, que mesas de negociación y acuerdos, ni que colecta popular para
sufragar los gastos de un referendo!"
Dentro de lo que cabe, nosotros podemos darnos por bien servidos. No
somos suizos, pero tampoco congoleses. La imagen, las ejecutorias, pero
sobre todo las prédicas del señor Castro, han sido tradicionalmente
vistas con recelo por lo venezolanos. Al menos, hasta su fomento, estímulo
y hasta exacerbación por parte del presidente Chavez.
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