Acaba de salir la lista anual de los gobernantes mas
adinerados del planeta. La publicacion la hace "Forbes", una
revista especializada en rankings mundiales, según los
millardos de dolares cubicados por cada milimetro de billetera.
Advierte el equipo reporteril que escudrinñó los
estados financieros de, reyes, reyecitos, jeques, primeros ministros y
presidentes de republiquetas, que en determinados casos es casi imposible
distinguir el patrimonio público, del bolsillo particular de los
investigados. Meses atrás, al respecto mencionábamos a Taufa’ahua,
monarca del archipiélago de Tonga. Pero por muy tarambana, por muy
atolondrado y atrabiliario. Incluso, por muy excesiva que es la fruición
del citado gobernante por usar y abusar de los bienes del Estado, si se lo
compara con alguno de sus colegas, resulta un hombre comedido. A Taufa’ahua,
por ejemplo, jamás le ha dado por trasladarse al interior del archipiélago
a buscar y a llevar a una novia en alguna de las aeronaves oficiales.
Menos todavía, Viagra en mano, a ponerse querendón en pleno vuelo con la
muchacha, como si la hora de vuelo de un Airbus-300, modelo ejecutivo,
fuese mas módica que la un motelito de sábanas calientes.
Los imposibles picos morales. Aparte de las dos
buenas damas que aparecen en la lista de "Forbes", que no vale
la pena ni mencionar, porque son monarcas decorativas, que nunca han
tenido injerencia en la tesorería de sus países, hay un común
denominador entre los reyes y jefes de Estado mas acaudalados del planeta:
que además de pecular con ambas manos, sus gestiones públicas agregan
abusos del calibre mas variado.
La rectitud o la desviación humana es así. Tanto
en los individuos de a pié como en los dignatarios, existe poco espacio
para los llamados picos o altibajos morales. Un hombre oliente y moliente,
lo mismo que un miembro del alto gobierno, que es un desastre como padre,
hijo, hermano y esposo; que es un trabajador ineficiente, vecino
insoportable, mal amigo; que por si fuese poco es pendenciero, impuntual,
botarate, cobero, patán, cobardón y alborotador, resulta poco menos que
imposible, que colocado ante un buen fajo de dinero fácil, lo rechace so
capa de una pulcritud que de ninguna manera observa en las restantes
facetas de su vida.
Total, que llegamos a la lista de
"Forbes", los saldos patrimoniales y las tropelías de cada uno
de estos angelitos. Porque lo tenemos visto. Todo peculador, termina por
convertirse en un prontuario completo. O viceversa.
Fahd, Arabia Saudita. 20 millardos de dólares.
Un rey que además de acumular la descomunal ganancia personal a costa de
un petroleo que no es suyo, preside un gobierno totalitario, negador de
las libertades mas elementales, para lo cual esgrime el pretexto de sus
supuestos patrones culturales. Haji Hassanal, Brunei, 11 millardos
de dolares, acusado de secuestrar y maltratar mujeres. Lo llaman "El
hombre los mil sombreros" porque aparte de monarca y canciller, es
ministro de hacienda, de la defensa, de petróleo y ha pretendido erigirse
en ícono religioso de su sultanato. Hans Adams III, Liechtenstein,
dos y medio millardos de dólares. Temeroso de la ira del pueblo por su
pesimo gobierno, vive buena parte del año en la vecina Austria. Saddam
Husseim, Iraq. Hombre con pésimas "juntas". Violador
contumaz de derechos humanos. Genocida. Su fortuna de idéntico monto a la
del déspota de Liechtenstein, proviene del expolio de los ingresos
petroleros del pueblo. Aquella boconería de "La madre de todas las
guerras", se ha convertido en un verdadero clásico. Yaser Arafat,
Palestina. 300 millones de dólares acumulados de las regalías de un
casino y de su participación en el negocio de las gaseosas. Compinche de
los mismos compinches de Saddam Husseim. Acusado de terrorismo de Estado y
para concluir, una verdadera revelacion: Fidel Castro. 110 millones
de dólares ganados en medio de las penurias del embargo contra Cuba.
Enemigo de la libertad de expresión, represor de la mas pacífica
disidencia. Toda una cofradía. Alto pana y compinche, de los panas y
compinches de Saddam Husseim.
Si "A" es igual a "B" y
"B" es igual a "C" . . . La ecuación es
sencilla. Si entre los gobernantes mas acaudalados del planeta, privan los
totalitarios, los violadores de derechos humanos, los represores de las
libertades elementales, los expoliadores de ingresos petroleros; los
bocones, terroristas de Estado, los aporreadores de mujeres y los que se
mezclan con individuos de baja calaña, un jefe de Estado que concentra
todas y cada una de estas características, no puede ser una Teresa de
Calcuta en el ámbito crematístico.
Voy a escribirle a los editores de
"Forbes". Debe tratarse de alguna errata. 2003 apenas comienza y
todavía están a tiempo de corregirla.
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