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QUIZA, AL MOMENTO de escribir las presentes líneas, ya se encuentran instalados en las Colonias Móviles de El Dorado. Tal vez, como corolario de la promesa en ¡Aló, Presidente!, de llevar el caso "hasta las últimas consecuencias", los involucrados están ahora mismo en sus pent-houses de Brickell Ave., Miami City; cómodos, confortables, con vista al mar, buchones. Pero al fin y al cabo, prófugos y temerosos, porque cualquiera sabe que en el momento menos esperado, lo atrapa el largo, pero en especial, insobornable brazo de los tribunales quintarrepublicanos. Lamentamos decepcionar a los lectores. El caso que se expone a continuación, carece de los ribetes sensacionalistas sugeridos al comienzo. El cronista lo admite. Después de todo, pese a las tentaciones por las hipótesis más noticiosas, siempre nos hemos sometido a la implacable dictadura de los hechos. Veamos cuáles son. Los parlamentarios del consejo legislativo del Estado Bolívar, han sido puestos en la picota de las cadenas Presidenciales por aumentarse el sueldo. Claro, circula por allí la conseja, que colocados los votantes de esa región ante el trance de reemplazar gobernantes, han ido de mal en peor, al extremo que el recordado "Grupo Chino", en lugar de la gavilla de forajidos que arrasó con la hacienda de ese Estado, es vista ahora como una cofradía de ascéticos monjes budistas, incapaces de igualar los desafueros que se imputan a sus autoridades actuales. Pero en todo caso, si hasta ahora el único delito, prueba en mano, de los integrantes del citado consejo legislativo, ha sido el aumento de la dieta, la autoasignación de automóvil, chofer, aparte de una bonificación millonaria de fin de año, creo llegado el momento de quebrar alguna lanza a favor de estos servidores regionales. Ni a las Colonias Móviles de El Dorado, ni prófugos en Miami ¡Faltaría más! El castigo por este delito menor y como se verá, de ninguna forma excepcional, sería una desproporción. Un verdadero atentado que alguien tiene que denunciar, porque tampoco es justo que estos quintarrepublicanos sean chamuscados en el altar de la patria, cual verdaderos chivos expiatorios. TAMPOCO SON LOS UNICOS. En el caso de la remuneración de los parlamentarios e incluso del presidente de la República, rige entre nosotros una profunda hipocresía. Bien vale la pena sincerarse, al respecto. El sueldo mensual de un alto funcionario no sobrepasa los dos millones de bolívares. De modo que con la dolarización de nuestra economía y la inflación que no ceja, diga lo que diga el Banco central, un individuo que llena la plaza en la administración pública, sólo tiene las siguientes opciones. Que le importe un pepino el salario, porque pertenece a la oligarquía, lo que constituye una contradicción insalvable con el ideario quintarrepublicano o que igual le importe un pepino el salario, pero no porque se crea oligarca, sino porque mete las dos manos en el Tesoro para rebuscarse. De tal manera, ha llegado el momento de llamar al pan pan y al vino vino en esta materia. Por ejemplo ¿cuánto cuesta usted mensualmente, presidente Chávez? Hagamos un cálculo conservador. Igual que la propaganda de la tarjeta de crédito que tanto éxito ha tenido por la TV. DESDE MADRID. Asegura la leyenda que usted ha enviado un hijo suyo a Madrid. Hombre hecho y derecho, que no trabaja, sino que estudia o aparenta hacerlo y que en la madre Patria tiene mantenencia y complacencia con hembra placentera, 2.000 dólares. Matrícula escolar de Rosinés, porque la chica no estudia en una escuela bolivariana, sino en un Instituto de las madres ursulinas, 1.000 dólares. No me venga, estimado Presidente, con que esos "trajesotes" de chaleco negro que ha lucido en su última gira, ni que la corbata italiana que llevó a la reunión de la OPEP, provienen de la época de trajes "puyaos" de sus tiempos de recién sobreseído por el doctor Caldera. 1.000 dólares más. Por otra parte, desde que usted tomó posesión, ha engordado tres o cuatro tallas, de modo que a partir de entonces, habrá tenido que dar igual número de renovaciones a su ropero. Penalización, por aumentar 15 kilos en año y medio de gobierno, 500 dólares. Pinta de Marisabel, que no repite trajes y usa carteras Luis Vuitoni, según un articulista de estas mismas páginas, 2.000 dólares. Casa, comida, gasolina y misceláneos, incluída la alimentación de la morrocoya, 3.000 dólares. Café y cigarrillos con filtros para fumar encapillado en las noches de insomnio, 500 dólares. Total, 10.000 dólares o lo que es lo mismo, 7 millones 500 mil bolívares y si de eso se trata, señor Presidente, no tiene sentido ensañarse con unos diputados de provincia, que se fijaron un sueldo, bastante más bajo que lo se gasta usted, sin que venga al caso entrar en detalles. Claro, sin contar con sus viajes a encontrarse con Fidel castro, Husseim, Gadafi, Tiro Fijo, Mono Jojoy y las cartas dirigidas al Chacal, porque igual que en la citada propaganda, tales cómicas internacionales, no tienen precio.
© 2001 Derechos Reservados - Dr. Omar Estacio
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