¿No reclamaban un solo
candidato de oposición? Pues allí tienen la respuesta que se exigía a las
organizaciones de la disidencia, por lo que la salida del butron en el que
nos hallamos metidos, depende en buena medida de nosotros mismos. Dicho sea
de paso, una excelente demostración de la gente de Primero Justicia, Copei,
de nuestro buen amigo Teodoro y de un número importante de precandidatos -
unos mas respetables que otros- que a la hora de jugarse a Rosalinda, como
reza la copla, rindieron tributo a la generosidad, al desprendimiento y a la
necesidad de adunar a todos los compatriotas de buena fe. Lamentablemente,
alguna dirigencia de Acción Democrática, ha desoído el clamor participativo
de su propia militancia de base. Pero no es de este caso aislado del que
veníamos a escribir este lunes.
Ya habrá
tiempo de las históricas
rendiciones de cuentas, en particular, de los conductores que a falta de
aspirantes salidos de sus propias filas, han decidido negarle el agua y el
pan, a quienes si tienen anclaje en la aceptación
popular, porque han trabajado con la comunidades en lugar de apoltronarse,
en el ámbito
reducido de las oficinas con aire climatizado.
Rosales, en su pasantía como alcalde de
Maracaibo y después, como gobernador del estado Zulia, ha demostrado que la
administración publica, puede ser un ejercicio de morigeración, eficiencia y
pluralidad. Algo que lo diferencia de manera diametral con su antagonista de
la próxima contienda.
Por supuesto, que al lado
del
llamado de acudir de manera masiva a esta apuesta por el país,
está
la obtención
de las condiciones para lograr un proceso con un mínimo
de pulcritud, porque mas allá
del apparthaid político,
con las listas de Tascones y demás
clases de soplones, la implementación
de las captahuellas, como mecanismo de intimidación
y disuación
de los electores, está
la depuracón
del padrón
electoral.
LA NECESARIA RECONCILIACION. Puede
lucir anticipado, en este momento un llamado de reconciliaciÓn nacional.
Los sectores opositores
lo podrÍan
interpretar como manifestaciÓn
de debilidad o como un abandono de la obligaciÓn
de establecer las debidas culpabilidades, mientras que los miembros mas
recalcitrantes del oficialismo al saber que serÁn
perdonados o amnistiados, se inclinarán
a depredar mas, a agredir mas, a perpetrar mas, porque pase lo que pase, en
diciembre, van a continuar impunes. Pero habrá
que conseguirle una justa medida a este problema, de modo que nunca mas,
entre nosotros, la política
sea un escenario de odio, de exclusión,
de persecusión,
de ignorar al adversario, como si la práctica
de la discrepancia fuese suficiente para convertirlo en enemigo o traidor a
la Patria.
Otro de los retos del nuevo gobierno,
sera la adopción de medidas sociales, mientras se reconstruyen las
verdadaderas fuentes de empleo productivo.
Ocurre que los
últimos
ocho años
se han constituído
en una aniquilación
calculada de nuestro aparato industrial, de modo que aquellos anhelos de
superar la economía
monoproductora y dependiente del sólo
petróleo
se han desvanecido, al extremo que la masa de desempleados se ha visto en la
necesidad de depender de la dádiva
y la pordiosería
implantada desde el alto gobierno.
Rosales, estará obligado a reformular
esos programas implantados por la sedicente Revolución. Pero sobre todo,
cualquier reducción o ajuste a sus exactas medidas, tendrá que hacerla de
manera gradual, racional, lo mismo que insistir en reimplantar una
mentalidad de trabajo en los sectores mas depauperados, a quienes se ha
pretendido sobornar o hacer creer que su bienestar no depende de ellos
mismos, sino de la gavelas obtenidas a cambio del incondicionalismo
político.
En diciembre se contrapondrán dos
visiones distintas, dos maneras contrapuestas de comprender el país.
Por un lado, la de un maestro
de escuela empeñado
en construir y por el otro, la concepcion cuartelaria y tarambana de quien
mira la función
pública,
como ejercicio de la dilapidación
y la rienda suelta a sus resentimientos personales.
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