Rosales

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El articulista, esboza algunos retos de lo que para él, será la Sexta República . . .


 

  En sus ya largos y accidentados 18 años en el cronicario, el articulista jamás había utilizado las paginas que gentilmente le han ofrecido los diferentes diarios, incluido, por supuesto, “El Universal”, para aupar a candidato ni partido alguno. Pero la libertad que en este caso se juega en diciembre, bien vale una misa. De allí, que además de llamar a los electores a concurrir de manera masiva a sufragar y dirimir nuestros conflictos de manera pacífica y civilizada, vamos a pedirle al mayor número de venezolanos que lo haga por Manuel Rosales.

 

¿No reclamaban un solo candidato de oposición? Pues allí tienen la respuesta que se exigía a las organizaciones de la disidencia, por lo que la salida del butron en el que nos hallamos metidos, depende en buena medida de nosotros mismos. Dicho sea de paso, una excelente demostración de la gente de Primero Justicia, Copei, de nuestro buen amigo Teodoro y de un número importante de precandidatos - unos mas respetables que otros- que a la hora de jugarse a Rosalinda, como reza la copla, rindieron tributo a la generosidad, al desprendimiento y a la necesidad de adunar a todos los compatriotas de buena fe. Lamentablemente, alguna dirigencia de Acción Democrática, ha desoído el clamor participativo de su propia militancia de base. Pero no es de este caso aislado del que veníamos a escribir este lunes. Ya habrá tiempo de las históricas rendiciones de cuentas, en particular, de los conductores que a falta de aspirantes salidos de sus propias filas, han decidido negarle el agua y el pan, a quienes si tienen anclaje en la aceptación popular, porque han trabajado con la comunidades en lugar de apoltronarse, en el ámbito reducido de las oficinas con aire climatizado.  

Rosales, en su pasantía como alcalde de Maracaibo y después, como gobernador del estado Zulia, ha demostrado que la administración publica, puede ser un ejercicio de morigeración, eficiencia y pluralidad. Algo que lo diferencia de manera diametral con su antagonista de la próxima contienda.

Por supuesto, que al lado del llamado de acudir de manera masiva a esta apuesta por el país, está la obtención de las condiciones para lograr un proceso con un mínimo de pulcritud, porque mas allá del apparthaid político, con las listas de Tascones y demás clases de soplones, la implementación de las captahuellas, como mecanismo de intimidación y disuación de los electores, está la depuracón del padrón electoral.

LA NECESARIA RECONCILIACION. Puede lucir anticipado, en este momento un llamado de reconciliaciÓn nacional. Los sectores opositores lo podrÍan interpretar como manifestaciÓn de debilidad o como un  abandono de la obligaciÓn de establecer las debidas culpabilidades, mientras que los miembros mas recalcitrantes del oficialismo al saber que serÁn perdonados o amnistiados, se inclinarán a depredar mas, a agredir mas, a perpetrar mas, porque pase lo que pase, en diciembre, van a continuar impunes. Pero habrá que conseguirle una justa medida a este problema, de modo que nunca mas, entre nosotros, la política sea un escenario de odio, de exclusión, de persecusión, de ignorar al adversario, como si la práctica de la discrepancia fuese suficiente para convertirlo en enemigo o traidor a la Patria.

Otro de los retos del nuevo gobierno, sera la adopción de medidas sociales, mientras se reconstruyen las verdadaderas fuentes de empleo productivo. Ocurre que los últimos ocho años se han constituído en una aniquilación calculada de nuestro aparato industrial, de modo que aquellos anhelos de superar la economía monoproductora y dependiente del sólo petróleo se han desvanecido, al extremo que la masa de desempleados se ha visto en la necesidad de depender de la dádiva y la pordiosería implantada desde el alto gobierno.

Rosales, estará obligado a reformular esos programas implantados por la sedicente Revolución. Pero sobre todo, cualquier reducción o ajuste a sus exactas medidas, tendrá que hacerla de manera gradual, racional, lo mismo que insistir en reimplantar una mentalidad de trabajo en los sectores mas depauperados, a quienes se ha pretendido sobornar o hacer creer que su bienestar no depende de ellos mismos, sino de la gavelas obtenidas a cambio del incondicionalismo político.  

En diciembre se contrapondrán dos visiones distintas, dos maneras contrapuestas de comprender el país. Por un lado, la de un maestro de escuela empeñado en construir y por el otro, la concepcion cuartelaria y tarambana de quien mira la función pública, como ejercicio de la dilapidación y la rienda suelta a sus resentimientos personales. 

 


© 2006 Derechos Reservados - Dr. Omar Estacio