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En un futuro cercano, los venezolanos se volveran a dedicar mas a lo suyo y menos a la politica . . .


Corrían tiempos en que el cronista intentaba dedicarse a la localización, visualización y ulterior cacería de votos, cuando cayeron en sus manos tres interesantísimos tomos sobre el comportamiento electoral norteamericano.

Segun la investigacion, se realizan en ese país 55.000 sufragios al año. Aparte de las consabidas distancias entre aquel mundo y el nuestro, intentaba aprovechar la experiencia de la gente que hace allá, lo que yo intentaba hacer aquí por entonces: ganar elecciones.

Pese a la citada avalancha de campañas, existe un dato que hoy, me resulta ineludible: los electores norteamericanos dedican a la semana sólo tres minutos, promedio, de reflexión sobre cuestiones políticas. No hay error en la transcripción: de lunes a viernes, escasos tres minutos, para pensar por quien o por quienes van a votar en el sufragio mas cercano.

La distribución del tiempo, por ejemplo, de un ciudadano de Weston, Massachusetts, población del extrarradio de Boston, sería mas o menos como sigue ( las estimaciones que a continuación se copian, son de la paternidad del cronista): Horas de sueño semanal: 42. Jornada laboral: 38 hrs. Casa al trabajo- del trabajo a casa - casa al Mall, al frente de su volante: 32 hrs. Mirando la TV, cerveza en mano, 50 hrs. Global de sesiones pensando en su perro, en la pensión de retiro y envío de cheques por correo para pagar pólizas de seguros, impuestos y los cargos de sus tarjetas de créditos: 7hrs. 56’45". Saldo para pensar en elecciones: tres minutos y unos cuantos segundos. Escasa inversión de tiempo en política, sin duda.

NO PIENSE EN CAUCHOS. Los ultimos tres años, con su palpable amenaza contra el concepto de sociedad plural, democrática, pacífica, en la que no se expongan al desprecio público las naturales diferencias de sus miembros, ha sobregirado el tiempo que los venezolanos le dedicamos a la política. Mientras mas democracia se tiene, menos se piensa en ella. O mas se piensa en democracia, mientras mas riesgo se tiene de perderla. Tal parecen las enseñanzas al contrastar los extremos que se han expuesto en esta crónica. Parecido a la propaganda de una conocida marca de llantas. " No piense en cauchos, piense en"... un caucho que no necesita que lo piensen.

Se dirá que la tesis central de la presente crónica es adversaria de esa butifarra bautizada como "participación protagónica" y quizá así es.

Mas temprano que tarde, tendrá que marcharse el sujeto que en mala hora pusimos en la Presidencia. Poco a poco los venezolanos tendremos que regresar a la vieja y noble división del trabajo - con los correctivos del caso - que tanta tela dió que cortar al camarada Marx.

El articulista, por ejemplo, se promete a si mismo a volver a lo suyo, vale decir, esas crónicas que tanto le agradan escribir y que enojan a cierto sector de la lectoría: neofeministas - en especial a las integrantes de la cofradía de la garganta profunda - hooligangs de los deportes en equipo y en general, al gentío de escasa o nula tolerancia y urbanidad, que hace menos llevadera nuestra convivencia en grupo.

Como la justicia entra por casa, atencion doña Candelaria de Simancas: se suspende el uso de ollas, cacerolas y permisos remunerados para asistir a cuanta manifestación convoca la llamada disidencia. En lo adelante, el Asado Negro, el Pot-au-feu y los Huevos a la Catalina, éste último, legendario legado culinario de mi señora madre, volverán a campear por sus fueros.

GENERALOTES, PERIODISTAS Y OTROS. Los generalotes, cesarán como árbitros componedores de nuestros asuntos políticos y una vez allí, de vuelta a su cuartel. Habrá tiempo, mas adelante, para que los latinoamericanos nos pongamos de acuerdo en suprimir de manera definitiva las llamadas fuerzas armadas, de modo de reemplazarlas por organismos circunscritos al ámbito policial.

Los amigos comunicadores sociales regresarán a su verdadera función: recibir y distribuir noticias. De ninguna manera, "ser" la noticia, ellos mismos.

Un proceso de recomposición del país, tiene que abrir espacio para todos. Hasta para los parlamentarios del MVR que hemos visto en el mas reciente reallity show televisivo. Les conseguiremos plaza en el INCE, para que aprendan algun oficio útil.

Curas, amas de casa, estudiantes, sindicalistas, empresarios, pdveseros. Cada cual a lo suyo. Ni el tan calvo, de escasos tres minutos por semana, ni el tan peludo de estar el mes entero inmiscuidos en la política y aquí llegamos adonde no queríamos llegar: el causante de esta reacción en cadena.

Devuelto a lo que es. Locutor - malo, por cierto - de una emisora de radio en la frontera. "Radio Anacoco", por nombrar una que ya le tenemos visteada.

 


© 2002 Derechos Reservados - Dr. Omar Estacio