Algo
que tampoco mete demasiado miedo. Después de todo, varias veces hemos
escuchado similar grito de guerra contra los oligarcas. Pero más allá de
las soflamas para el graderío, jamás, la banca había ganado tanto
dinero subsidiada con papeles del Estado; las petroleras extranjeras nunca
se habían apropiado de nuestras reservas -las gasíferas en particular- a
cambio de nada o de casi nada y en cuanto a los importadores, los más
“duros” del vituperado Recadi, se ruborizan cuando contemplan el
saqueo, a cielo abierto, de los dólares de Cadivi.
Cógito
ergo sum bolivariano. El cronista lo confiesa. Ha pecado al negarle
el agua y el pan a la gestión del Presidente. Una manera de redimirnos
con nosotros mismos, es la de levantar acta de iniciativas como la
comentada al comienzo. Es la primera vez, en seis largos años, que el señor
Chávez, en lugar de justificarlo, por lo menos promete combatir el robo
de sus conmilitones.
¿La llamada descentralización y el FIDES, su brazo
financiero, viven aún o esos mecanismos indispensables para las regiones,
agonizan porque el llamado proceso los mira con recelo?
La
terquedad de los hechos, desmienten a quienes hemos sido detractores del
gobierno en esta materia. Lo admitimos con independencia de las
declaraciones oficialistas contenidas en el papel, siempre aguantador y
por lo mismo engañoso. El FIDES y la descentralización, subsisten,
palpitan, gozan, jacarandosos y alegres conforme al cartesiano “guiso,
luego existo”, única materialización de una burocracia inepta y
desaprensiva. Si en el mencionado fondo hay cohecho, es porque el fondo
existe. No comprendemos las quejas de alcaldes y gobernadores, en tal
sentido.
Los
robagallinas. Con motivo de este presunto propósito de enmienda
bolivariano han surgido, porque no podían faltar, las consabidas
suspicacias.
Hay quien dice que se trata de una argucia publicitaria en la
que los presuntos responsables, se han prestado para montar una farsa.
Todo para que la llamada Revolución Forajida se quite el sambenito de
tal, en particular, en lo se refiere al encubrimiento de cuanto expolio
perpetran los afectos al régimen. El cronista, vuelve a quebrar lanza,
esta vez en favor de los presuntos defraudadores del FIDES. Los
venezolanos somos esquivos en eso de representar el falso papel de
robagallinas. El preconcepto arranca a partir de cierto episodio. Se trata
de un viejo episodio conocido por la gente mayor de 20 años, pero como el
grueso de nuestra lectoría lo constituye el público infantil, nos vamos
a permitir dedicárselo a la chiquillería.
El general Gómez, detuvo su Packard en Villa de Cura. Como
allí ejercía de jefe civil un compadre, quiso tomarse unos minutos para
abrazar al viejo paisano.
-
Anjá, compadre ¿Y cómo es eso que busté
tiene las celdas vacías? A mi regreso de Caracas, voy a volver a
visitarlo a ver si “manque” sea, tiene su
presito.
El
hombre, no quería perder su modesta colocación, así que le pidió a un
amigo cercano que, al regreso del déspota, representase el papel de
encarcelado. Este último, cuando se volvió a parar en Villa de Cura,
reaccionó como lo que era:
-Así
será usted de malandrín que el bueno de mi compadre tuvo que meterlo en
la cárcel ¡Trasladen a ese hombre pa’ La Rotunda!
En cinco años, el Fiscal General no ha imputado ni a un solo
miembro del alto gobierno bolivariano, por corrupción. Cohechos de alto
tonelaje en el ministerio de Finanzas; contratos a dedo en el CNE; regalo
de nuestro petróleo a Fidel Castro; malversación y peculado de uso
perpetrados con impudicia por el mismísimo Presidente y miembros de su
gabinete, para que ahora venga la vindicta pública a ensañarse con unos
funcionarios anónimos y subalternos por una supuestas corruptelas que
luego de las comparaciones -siempre odiosas- resultarán de poca monta.
Por eso no creemos en la tesis de la farsa publicitaria. Luego del relato
gomero, nadie correría semejante riesgo:
-¿Unos
bolivarianos como nosotros imputados como robagallinas por un hombre como
Isaías? ¡Ni de vaina! ¿A ver si nos mandan pa’ la silla eléctrica?
|