Además, si usted elabora una lista con 100 o
mas vaticinios, siempre acertará como mínimo tres o cuatro, con lo cual
queda a salvo de quienes calificamos de charlatanería barata, las
especulaciones de esta época, sobre lo que nos aguarda en los próximos
12 meses.
Nostradamus y san Malaquías. Cada vez que a
alguien le dá por afirmar que todo se encuentra escrito y que los seres
humanos somos algo así como unos autómatas signados por el destino, se
invoca el nombre de Nostradamus. En especial la supuesta familiaridad con
la que éste último se referií a Hitler, cinco siglos antes del
nacimiento del genocida.
"Un individuo medio loco, intentara apropiarse
del mundo". Y ya. Segun los interpretes del pretendido vidente,
tenemos al hombre del Tercer Imperio, svástica incluída. De más está
decir, que dentro de una profecía tan ambigua, lo mismo cabe Hitler,
Napoleón, que cualquier magalómano. Aparte que tampoco hay que poseer
demasiadas facultades adivinatorias para anticipar que de cuando en
cuando, un individuo medio chiflado se arroga el papel de salvador de su
pueblo o de la especie humana y que la única variación, será el número
de ingenuos o de aventureros, dispuestos a corear sus insensateces.
El accidente de tránsito de la princesa Diana, la
Guerra del Medio Oriente, el asesinato de Kennedy y, por supuesto, los
actos terroristas contra las torres gemelas de Nueva York, también
figuran entre las premoniciones de Nostradamus. Según sus seguidores,
claro. Sin embargo ninguno de sus estudiosos ha podido, en la práctica,
predecir evento de ninguna naturaleza. Nos explicamos mejor. El asunto es
a posteriori, de modo que cuando está todo consumado, se toman una
o dos frases con pinzas y se adaptan al acontecimiento presuntamente
anticipado hace quinientos años.
San Malaquías, El Falso, también ofrece al público
aficionado, un puñado de claves para descifrar el porvenir. Una de ellas,
el lema de cada Papa, según se lee en sus escritos.
Cuando asumió Juan Pablo II , para los interpretes
del cuestionado profeta, la coincidencia era total. Pontifice et nauta.
El asunto no era para tomárselo en juego, porque el papado con tales
características iba acompañado de la hecatombe final.
Los que no queremos que el mundo se acabe, ni cosa
parecida dudábamos. ¿ Y por qué nauta si Juan Pablo II, ni
siquiera sabe nadar? No sabe nadar - replicaban- pero es un viajero
compulsivo. Si tampoco hubiese sido viajero, habrían acoplado la
premonición al argumento de que su principado coincide con la epoca de
los astronautas o con la aparición de los internautas. Como se ve en esta
materia hay poco espacio para las replicas. ¿ Y la venida del Anticristo,
que segun Malaquías, también iba de la mano del pontifice et nauta?
Lo mismo. Puede personificarlo Fidel Castro, Osama Bin Laden, Pinochet o
el Fondo Monetario Internacional. A gusto de cada consumidor.
Predecir el pasado. Más difícil que predecir el
futuro, es predecir el pasado. Por mencionar un caso. Desde hace más de
un año, con cargo a nuestra Hacienda Pública, los científicos de un
instituto frances, hacen esfuerzos por determinar si el ADN de una
osamenta inhumada en un viejo cementerio enclavado en París, corresponde
a la parentela del generalísimo Francisco de Miranda.
Resulta más sencillo anticipar cuántas grescas con
la Iglesia, los oligarcas de la prensa y con los grupos escuálidos,
aguardan a los venezolanos en medio de los "Aló, Presidente",
que descubrir la obra, siempre oculta, de los ultimos tres años de
gobierno. Sería cuestión de desenterrarla, como unos huesos fosilizados
y traer a los especialistas en ADN, para que determinen el banco suizo
donde se encuentran los recursos del plan Bolívar y a que bolsillo han
ido a parar los millardos destinados a la reconstrucción del Estado
Vargas.
Hay un desconocimiento del pasado tan sistemático,
que necesitamos una legión de profetas, advinadores y brujos, para
conocer nuestra verdad pretérita. Incluso la más reciente.
Vaticinar que en 2002 acusaremos déficil fiscal,
que los ingresos petroleros no van a alcanzar para el populismo barato y
que los gobiernos anteriores, seguirán siendo los culpables de la
corrupción, la devalución y de la crisis hospitalaria, es asunto para amateurs.
Sin embargo todavía no sabemos lo que es Venezuela.
Un país, un campamento minero, una mezcla de razas o simplemente un
atajaperros. A pesar de que tenemos más de 500 años tratando de
averiguarlo.
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