Odiosas Comparaciones

Principal   En El Universal    Cosas de Julián   El Articulista   Contact

 

Principal
DIARIO 2001
Comunismo y Gerundio
¡Plomo al hampa! Bolivariano
O comunismo o libertad
La Noche que mataron a Brito
Hijos de la Cuarta República
Se van las Colombianas
Lombrosianos y Política
Urosa y cierto comunista
La Operacion Chávez Abarca
Ramírez y Leocenis García
Abogados:Nada que Celebrar
Franklin Brito
Justicia de gorgojo
Magnicidios y Magnicidas
Juridificación Política
Las Milicias, salvarán la Patria
Las Odiosas Comparaciones
Tribunal Supremo de Justicia
A quien no voy en el Mundial
Alvarez Paz
Presidentes Bandoleros y Alcaldes
La Totonataria
Al Sr.Jorge Rodriguez
La Contrarrevolucionaria Arepa
Una Victoria de Butifarra
Duro de Matar
Tronas y Megatronas
El Rey de Tonga
Pagar Viudez
Papa (bolivariano) Habemus
Abogados:Poco que celebrar
Matar Gatos
El Propio Ministerio
La Cruzada de los Abogados
La Narcocomputadora
Circo, enanos y payasos
Mas Secesionista será Usted
La Plancha Salvadora
Prohibida la palabra Loco
La Maleta de Pandora
¿ Loco?
Estimado Juan Carlos II
Su hallaca en Miraflores
Horror Gamberro
En"El Universal"
En "La Razón"
En "El Nacional"
Cañón corto
Desempatarse
El Pimentón
Incensurable
La cadena
La partida
Llegar a Viejo
Llegar a Vieja
Pensando en Exiliarme
El Articulista
CONTACTO

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Luiz Inacio Lula Da Silva, ha protestado, porque sus adversarios lo compararon con Hugo Chávez . . .


Luiz Inacio Lula Da Silva, ha protestado, porque sus adversarios lo compararon con Hugo Chávez. Lula ganó fácil la primera vuelta celebrada hace pocos días, la campaña Presidencial en Brasil ha entrado ahora en la recta final y en esta fase decisiva de la lucha por los votos, un olvidado trapo no lavado en casa, puede convertirse en artillería letal del debate político. 

Poco importa que hasta el momento del infundio, el afectado aparezca desprendido en las encuestas. La acusación grave, de última hora -verdadera o falsa, eso no es lo que cuenta en materia de la guerra sucia- dejan poco margen para la maniobra y hay que tener los reflejos muy atentos para reaccionar a tiempo y de manera acertada.

En esto del detalle final, del golpe bajo propinado al filo de la campana, capaz de dar al traste con la aspiración más consolidada, los venezolanos tenemos experiencia. En la utilización de errores gramaticales, por nombrar un arma aparentemente inocua.

Le ocurrió al candidato Biaggini en la década de los cuarenta, con un mensaje de su puño y letra, publicado cuando faltaba poco para las votaciones. El documento contenía una infracción elemental de ortografía, sus contrincantes hicieron delicias del desaguisado, de modo que a la postre el incidente, resultó más mortal que las acusaciones de títere o de persona interpuesta, con las cuales se pretendía descalificar al infortunado aspirante.

Ni siquiera el doctor Caldera, pese a sus pergaminos de académico de la lengua, pudo salir indemne de las chacotas de mal gusto hechas por su adversario de entonces, debido al supuesto gazapo colado en una celebre misiva ¿Era avocarse, como lo escribió Caldera o abocarse?

No hubo tiempo para aclararlo. Pero esa supuesta labiodental en lugar de la labial, colada, así, como quien no quiere la cosa, sumada a la pataleta por el solo hecho de cuestionársele sus conocimientos, resultaron fulminantes.

Si un error ortográfico no muy claro o un lapsus calami inocente, usado de mala fe y a última hora, por los artífices de la guerra sucia, ha herido de muerte una posibilidad de victoria ¿qué decir del dardo envenenado que le han lanzado como recurso extremo al casi -casi, antes de este zarpazo demoledor - próximo presidente de Brasil?

LAS ODIOSAS COMPARACIONES. En su momento, Chávez fue objeto de un ataque parecido. No ocurrió durante en medio de sus muchas campañas Presidenciales, valga la paradoja. No sé si los lectores lo recuerdan. Se celebraba una convención interamericana de Jefes de Estado en Santo Domingo, el nuestro estaba recién estrenado en el cargo y le dio por cantar, declamar, hacerse el gracioso, darle palmadas por el hombro y tutear a los demás mandatarios, aparte de ofrecer una impúdica, por no decir flatulenta, exhibición sus dudosas cualidades de pelotero. El resto de los asistentes estaba desconcertado. Apenas sabía a qué atenerse, porque hasta entonces en esas reuniones regían las enseñanzas mínimas de Manuel A. Carreño y dentro de lo que cabe, hasta eran medianamente productivas.

Bucaramcito, fue el calificativo por el comportamiento tan extravagante. Pero cosas de la vida. El aludido no se ofendió y hay quien dice que hasta se sintió halagado, porque ni siquiera protestó por la malquerencia implícita en el diminutivo.

Pero al igual que Lula con la comparación que mencionamos al comienzo, quien lo tomó como una deshonra, fue el ex presidente de Ecuador. Incluso amenazó con demandar por daños y perjuicios, a los autores de esta verdadera raya continental. Vale la pena tener en cuenta que Bucaram, desde que fue depuesto de la Presidencia, reside en Estados Unidos y en ese país expresiones calumniosas, equiparables a nuestras vernáculas mentadas, son castigadas con indemnizaciones que muchas veces sobrepasan el millón de dólares.

Aparte de estas comparaciones en vivo, por llamarlas de alguna forma, no han faltado las hechas con personajes de la historia. Adolf Hitler e Idi Amín para nombrar a dos de los preferidos en esta clase de ejercicios intelectuales. En relación con el ámbito local, muchos cuando releen la obra de Morantes o Pío Gil no resisten la tentación. Bocón, corrupto y guapo, cuando se encontraba apoyao y ¡zas! ya tenemos al Cipriano Castro contemporáneo. Por supuesto, las referencias a estas figuras fallecidas son menos polémicas. Ni Hitler, Idi Amín, ni el llamado Cabito, están entre nosotros, para amenazar con demandas mil millonarias, ni exigir las réplicas o rectificaciones del caso.

AL BORDE. Sea como sea, este verdadero golpe bajo, ha colocado a Lula Da Silva al borde del knockout. Quién sabe si sus asesores publicitarios le aconsejen devolver el ataque con un improperio igual o peor. "Está bien, yo seré tan inepto como el presidente de Venezuela ¡pero ustedes son unos integrantes de la "Coordinadora Democrática" cualquiera!"

 

 


© 2002 Derechos Reservados - Dr. Omar Estacio