Los lectores recordarán que al justificar dicha acción, el
camarada Fidel pronunció toda una apología del magnicidio y no se crea,
100.000 fusiles rusos, por allí, realengos, telescópicos, repartidos en
forma promiscua entre el malandraje, mezclados con el mencionado discurso,
podrían generar pensamientos pecaminosos. Sobre todo si hay unos cuantos
dólares de por medio.
De
cualquier manera los días entre el 11 y 13 de abril, fueron elegidos para
instalar y juramentar los primeros efectivos de nuestros nuevos batallones
asimétricos. Según el comunicado oficial, las tareas a cargo de los
reservistas “van desde el reemplazo de las unidades de combate de la FAN,
hasta la defensa de nuestro petróleo, pasando por la participación activa en
el desarrollo nacional”. Ya están advertidos los militarotes tradicionales.
Quedaron, como se dice, pa’ los muchachos. De modo que para conseguir coima
o un ascenso a cuatro soles, ya no podrán calar bayoneta, pilotear un F-16,
ni disparar misiles con ojivas químicas contra invasores extranjeros.
Tendrán que erigirse en vendepapas o protagonizar lloronas en público, por
nombrar solo dos, de las nuevas modalidades de marcialidad bolivariana. En
todo caso, siempre será más lucrativo e ingenioso, chupar medias con una
mococó sentimental, a lágrima viva ante las cámaras de VTV, que con una
risita repetitiva, poco original y a colmillo pelado, como las del negrito
que todos los domingos celebra los chistes malos en los ¡ Aló, Presidente!
PREVER
EL PASADO. ¿Cómo será el desempeño de las brigadas de
reservistas? Depende de quien tomen como paradigma. De seguir los
antecedentes de su promotor, se corre el riesgo de la repetición de la
historia. En un eventual desembarco de los odiados marines, seguro
que los recién estrenados celadores de la revolución, en lugar de la
archifamosa “la planta insolente del extranjero”, pronuncian la no menos
archifamosa frase, nacida al fragor de la incontinencia, precisamente el
11, el 12 y el 13 de abril de 2002. A saber: “Si la sangre huele a
… barro, yo estoy herido”. O
peor todavía, expuestos a condiciones más peligrosas, los nuevos duros de la
resistencia y del “Patria o muerte”, vuelven a emular a su mentor y por lo
mismo, van, se le arrodillan a un cura, no para recibir extremaunción a
causa de una herida en batalla, sino para escondérsele debajo de la sotana.
Lo que es igual no es trampa, después de todo.
¡ TRAIDORES TEMBLAD! Sea como
sea, las brigadas reservistas llegaron para quedarse. El día de la
juramentación bajo la consigna del ¡ Nunca más! se contó la historia de las
vejatorias condiciones petroleras otorgadas a los yanquis por Juan Vicente
Gómez, a quien se calificó de traidor. El Benemérito es ya cadáver por lo
que, es fácil anticipar quién sufrirá los primeros embates de las nuevas
huestes bolivarianas, porque tampoco se trata de pelear contra un muerto. Me
parece verlo todo.
Los
recién erigidos garantes de nuestra soberanía, celebran su primera sesión.
La convocatoria ha sido con carácter de urgencia, porque hay que ponerle un
“parao” al irritante saqueo perpetrado contra nuestro activo bituminoso.
Los
ánimos estaban caldeados, así que el único punto en el orden del día, no fue
la posible invasión “de” Estados Unidos, sino la invasión “a” Estados
Unidos. “¿Paga mister Bush los barriles que le enviamos?”; “¡Al brinco
rabioso, señor!”; “¿Lo hace completo, sin descuento, sin pasar por ¡Go! y a
precio de mercado?”; “¡Completo y sin descuento, señor!”.
Pero
los reservistas, andaban en son de pelea. Se habían tomado demasiado en
serio la condición de defensores de nuestra soberanía y estaban decididos a
ejercer acciones contra quienes nos roban nuestra riqueza fundamental, con
impunidad y prepotencia. Fue cuando decidieron invadir a Fidel Castro y en
lugar del Benemérito, declarar traidor - y de siete suelas - al repugnante
sujeto que le sirve de celestino.
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