Los Campeonatos Bolivarianos

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Los Campeonatos de nuevorriquismo y antiimperialismo yanqui . . .


 

LUEGO DE CONCLUIDO el viaje por Europa y Asia, el balance de la gira presidencial registra la obtención de varios campeonatos. El de líder universal de los derechos humanos, dio mucho tema que cortar en nuestra crónica de la semana pasada. De modo que no vamos a volver sobre ese asunto, por más que el bofetón contra la higiene ciudadana, nos siga poniendo los pelos de punta.

 

"CHAMPION" NUEVORRICO.  Valga  la aclaratoria, antes de entrar en  materia. El cronista siempre ha sido un reinvidicador de los estigmatizados con el calificativo de nuevorrico. Un hombre que ha conseguido dinero con el sudor de su frente o que para comer guabina tuvo que mojarse  - y sudarse- otras áreas de su anatomía, no tiene porqué haber leído a Balzac, ni menos entrar en éxtasis, de solo escuchar los compases musicales del Nel di della vittoria ... vieni! ... T´affreta.

Todavia más. Si ese buen señor, luego de llegar a mejor fortuna, intenta empinarse sobre sus modestias culturales y para ello invierte parte de sus ganancias, tiene derechos a los atenuantes del caso si es que cuando lo intenta peca por cursi, cutre o desmesurado.

Uno de tales especímenes, que le toma el gusto a posar de caritativo, igual. Otro que asume el rol de protector del cocodrilo del Orinoco o de benefactor de la categoría prejuvenil de la liga de los Criollitos, lo mismo.  Se hacen acreedores de nuestra comprensión y respeto,  siempre que el dinero sea propio, porque altruismo, con cargo al bolsillo ajeno no es altruismo, como tampoco lo es la dádiva a cambio de la vista gorda con las tropelías - habidas y por haber - del pretendido filántropo.

Los periplos presidenciales alrededor del planeta, se han convertido en un verdadero Mercal regresivo y antipopular, porque en lugar de los depauperados tiende a favorecer a los que tiene más que nosotros. Es posible que la transmutación en San Nicolás, mofletudo y bobalicón, al son del ¡ jo-jo-jo!, regalando lo nuestro a diestra y siniestra, se debe a las inminencias decembrinas. Tal vez, es el convencimiento que ante sus propias limitaciones, la chequera, constituye la única fórmula para hacerse querer. Unos contratos para los astilleros españoles, en bancarrota y más onerosos que sus competidores, por aquí. Una  compra de equipos militares rusos, obsoletos y poco efectivos al momento una verdadera confrontación, por allá. Para nada. Porque la clase de tonto - o de nuevorrico  universal- que cree que puede comprar lealtades a través de la billetera, lo único contante y sonante que recibe, es la carcajada burlona del presunto beneficiario, apenas vuelve la espalda.

"CHAMPION"' ¡YANQUIS!, go home! Se lo escuchamos al presidente Jatami por la posición irreductible ante la escalda del neoliberalismo y la omnipresencia del Maligno en todos los pliegues de nuestra existencia de república bolivariana. Nos referimos al título informal, de campeón universal del antiimperialismo otorgado cosechado en este vuelo rasante del ya legendario "Comedores".

Una forma de lavar con las aguas lustrales del islámico más militante, las carantoñas que se estrellaron contra la cara de perro del supuesto archienemigo. Como aquella, a la salida de la asamblea de Canadá, cuando quiso aplicarle una de velocidad a Baby Bush mediante la exhibición de sus avances en el idioma de Shakespeare, al tenor del  "I am your friend" que dado el tono y la expresión corporal, en román paladino se lee como sigue "¡ Tú Tarzán, yo Chita!". O la ignominiosa comparación de nuestras riquezas naturales con una núbil, que concluyó con la poco decorosa invitación a los ricachones que se congregaban en la gran salón del Waldorf de Nueva York, para que se gozaran a la muchachita, que él, como buen intermediario amoroso - para no emplear sinónimo más castizo - asumiría la condición de celador del consumatum est.

La cesión de nuestra plataforma deltana, que deja pálidas las concesiones gomeras más antinacionales. La ratificación del Tratado con Estados Unidos para prevenir la doble tributación, que beneficia en específico a las empresas de ese país. La inminente desnacionalización de Citgo. El ya consumado remate a precio de gallina flaca de la Ruhr Oel, demuestran que a la hora de los hechos concretos, el acendrado antiimperialismo galardonado en Teherán, no pasa de la palabrería barata.

En resúmen, dos nuevos campeonatos del mundo y una sola actitud de la llamada revolución bonita ante la vida. A saber: cara seria, de la cintura hacia arriba, pero de la cintura pa´bajo entreguista y de esfínteres rocheleros.          

 


© 2004 Derechos Reservados - Dr. Omar Estacio