PERO
NI UNA COSA, NI OTRA. Informa la “Cámara Venezolana Americana de
Florida”, que los "ta barato", del presente milenio, pertenecen a la emergente oligarquía bolivariana. Gente que va a hacer sus
comprar navideñas en un mall, a
adquirir un condominio en Fisher
Island o a convertir su dinerillo en moneda dura, porque apenas se
toca tierra norteamericana, el talibanismo mengua y
el músculo revolucionario amaina, porque después de todo “¡Uno,
nunca sabe de lo que es capaz ese loco!” Además ¡ ningún prófugos!
porque en los últimos seis años se ha despenalizado rascabuchear la
Tesorería Pública. Así que los únicos que tienen que enconcharse o
asilarse en una embajada, son los golpistas. Los denunciantes de una
adjudicación a dedo con sobreprecio, de la incineración en un cuartel de
unos modestos soldados o los que han demostrado, como
Súmate, el fraude cometido en el referendo revocatorio. Eso solo
por mencionar los más duros de la conspiración contra la estabilidad y
el glamour revolucionario.
SE
VEIA VENIR. Esto de los destinos turísticos bolivarianos y los
delitos de lesa revolución se vio venir desde un comienzo. Ocurrió a
finales de 1999, con motivo del deslave. Los lectores lo recordarán.
Mientras Chávez se daba un baño de antiimperialismo recalcitrante, con
los médicos que le envío Fidel Castro y el rechazo de la ayuda
humanitaria de Estados Unidos, la propia, la legal o la reglamentaria, con
el evidente visto bueno de su marido – no me venga, señor Chávez, que
su entonces mujer, así, como así, se ausentó una semana de casa y usted
no sabía donde estaba metida- se fue en vuelo privado, para el Mass.
General Hospital, a hacer turismo de salud, sin otra consecuencia que
el periodista López Ulacio, pasó a convertirse en el primer exiliado del
régimen por el único delito de informar tal desvergüenza.
¿A
Cuba a someterse una intervención quirúrgica en los depauperados hospitales de la isla? ¡ Ni de vaina! Eso queda
para el bajoperraje. La high,
la culai, o la güelefó
revolucionaria tiene diferente itinerario. Al pisaverde que mencionamos al
comienzo, pese a la cómica que puso en el citado ministerio, no lo
mandaron de cónsul de Río Hacha, donde campean fueros los panas Tirofijo
y Monojojoy. Le ofrecieron París. Que se sepa ningún alto funcionario de
la Revolución Forajida ha ido a “temperar” a Trincheras ni ha hecho
uso de sus vacaciones anuales en “Los Caracas”, como tampoco, ha ido a
depositar el producto de sus latrocinios en un banco del camarada Gadafi,
porque, en ese particular, el sabor está en el mundo del desarrollo.
La
diputada de los rulos – voy a ver si me demanda- ya lo sabe. Puede
volver a ir y venir a otra entrevista con el periodista Oppenheimer a
bordo de un jet ejecutivo, ruta Maiquetía-Miami-Maiquetía, cuyo flete
excede de manera obscena sus ingresos como parlamentaria - ¿me demandará,
la diputada de los rulos por escribir este artículo? Quizá
la aprobación de la ley Mordaza, la alebresta y se decide- Aunque si en
Venezuela existiesen tribunales, esa buena señora tendría que ser
remitida al INOF de Los Teques, por incurrir en dispendios
tan escandalosos.
EL
VICEMINISTRO PRESO EN MIAMI. Dicho lo anterior, el cronista desea
quebrar una lanza a favor del ex viceministro bolivariano detenido en
Miami, por tratar de introducir de manera ilícita, 40 mil dólares. Sí,
lo sé. Hoy día, nadie transporta tal cantidad en efectivo, a menos que
sea dinero negro. Pero tampoco es para que lo tomen de chivo expiatorio,
por hacer lo mismo o casi lo mismo, que sus pares revolucionarios.
Aparte
de todo, los bolivarianos paren. Un fenómeno parecido al de las vacas de
cierto generalote. Solo que los bolivarianos no paren becerros, sino dólares
mayameros.
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