Las Bodas

Principal   En El Universal    Cosas de Julián   El Articulista   Contact

 

Principal
DIARIO 2001
Comunismo y Gerundio
¡Plomo al hampa! Bolivariano
O comunismo o libertad
La Noche que mataron a Brito
Hijos de la Cuarta República
Se van las Colombianas
Lombrosianos y Política
Urosa y cierto comunista
La Operacion Chávez Abarca
Ramírez y Leocenis García
Abogados:Nada que Celebrar
Franklin Brito
Justicia de gorgojo
Magnicidios y Magnicidas
Juridificación Política
Las Milicias, salvarán la Patria
Las Odiosas Comparaciones
Tribunal Supremo de Justicia
A quien no voy en el Mundial
Alvarez Paz
Presidentes Bandoleros y Alcaldes
La Totonataria
Al Sr.Jorge Rodriguez
La Contrarrevolucionaria Arepa
Una Victoria de Butifarra
Duro de Matar
Tronas y Megatronas
El Rey de Tonga
Pagar Viudez
Papa (bolivariano) Habemus
Abogados:Poco que celebrar
Matar Gatos
El Propio Ministerio
La Cruzada de los Abogados
La Narcocomputadora
Circo, enanos y payasos
Mas Secesionista será Usted
La Plancha Salvadora
Prohibida la palabra Loco
La Maleta de Pandora
¿ Loco?
Estimado Juan Carlos II
Su hallaca en Miraflores
Horror Gamberro
En"El Universal"
En "La Razón"
En "El Nacional"
Cañón corto
Desempatarse
El Pimentón
Incensurable
La cadena
La partida
Llegar a Viejo
Llegar a Vieja
Pensando en Exiliarme
El Articulista
CONTACTO

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ante la conducta del gobierno bolivariano, de investigar las bodas celebradas en el extranjero, el articulista se excusa de asistir a la de Carlos y Camila . . .


 

 

La embajada de Venezuela en Santo Domingo, ha anunciado que va a solicitar a las autoridades de la isla, el nombre de todos los asistentes a la boda de la hija del banquero Víctor Vargas.

En Caracas, se enmarañan las averiguaciones del atentado contra el fiscal Danilo Anderson, porque los testigos se desmienten y los comisarios a cargo de esclarecer los hechos han sido acusados de alterarlos. Pero cuando los venezolanos exigimos que no se prefabrique una verdad oficial y acomodaticia sobre este caso, he aquí que nuestra mencionada misión diplomática, ejerce funciones que no tiene y que para peores males, las centra en un evento que en lugar de policial, corresponde a la crónica rosa. Una forma de restarle la seriedad a la investigación del crimen, de demorarla y de paso, darle rienda suelta al resentimiento social, porque la hipótesis que un complot dinamitero se reveló en un sala de fiestas con más de 3.000 invitados, parece cosa de guachafita, por no decir de envidia contra todo el que ha hecho fortuna a costa de partirse el espinazo.

 

ACOTACION PREVIA. El cronista considera necesario hacer una acotación, antes de entrar lo que se llama en materia. Se relaciona con el repudio al asesinato de Anderson. Algo que ya hicimos, pero que debemos ratificar con independencia de las pretendidas extorsiones que capitaneaba este último. Por otra parte, aún en el supuesto que las acusaciones de chantaje se corroboren, lo que cabe en este momento es exonerar a Anderson de un todo. Por difunto o ausente y por aquello que cualquier posible culpa no es suya, sino de quien le facilitó el garrote.

Un fiscal, un juez, un funcionario idóneo, no se fabrica en cuestión de días. En el caso del joven Danilo, en lugar de su cultura jurídica o de su maceración como servidor público, lo que privó para confiarle los asuntos más delicados, fue su incondicionalidad con el gobierno. Había y hay, en el Ministerio Público un considerable número de veteranos y jóvenes, que lo superaban en méritos académicos y en horas de vuelo. Todos o casi todos, fueron excluidos en beneficio de quien aceptó presiones a cambio de su autonomía.

Por mencionar la evidencia más vergonzosa de cuanto queda dicho. Uno, recuerda la versión que dio el Presidente sobre sus relaciones con Anderson y se lleva las manos a la cabeza. Chávez está acusado en el Tribunal de La Haya por las muertes del 11/A. Por lo mismo, desde el punto de vista técnico es parte directa en todos los juicios o averiguaciones que cursan para determinar responsabilidades por tales hechos. Pero no. En los días posteriores al asesinato, nuestro jefe de Estado confesó, con la mayor impudicia, haberse reunido con Anderson en Miraflores. Algo que a nuestro juicio constituye delito tipificado de manera expresa por nuestra legislación.

Usted no puede ejercer amenazas contra defensores judiciales, escabinos, intérpretes o testigos de una determinada causa. Menos todavía contra fiscales del Ministerio Público. Si un encuentro subrepticio y prohibido por todos los códigos procesales, entre quien concentra el mayor Poder en la historia del país y la persona que se encuentra supuesto a investigarlo no constituye presión o intimidación, que venga alguien y nos lo diga.

MISION IMPOSIBLE. Sea como sea, avanza la mencionada cortina de humo, por no decir ridiculez, de nuestra embajada en Santo Domingo. La joven Vargas, casó con un integrante de la realeza europea, su padre es un hombre próspero y quizá la combinación, exacerbó alguna tripa de malquerencia social de las autoridades bolivarianas.

Nosotros dudamos que sea posible la revelación de un atentado dinamitero en medio de tal clase de celebraciones. Todavía más, en éstas ni siquiera hay oportunidad para el relato de un buen chisme, tipo la revista “¡Hola!”. Uno asiste a cualquier boda y es imposible hablar, a menos que sea a gritos, porque es moda atormentar a los invitados con los compases de una big band o de una rockola, según las posibilidades de los contrayentes.

Matrimonio sin coleados, no es matrimonio, en especial, si uno de los novios es venezolano. Otro de los inconvenientes con que tropezarán esas diligencias para hallar presuntos culpables. Por más medidas de seguridad, anillos de protección y porteros especializados, los consabidos gorreros las burlan y una investigación que se limite a la lista de amigos, sin contabilizar estas intrusiones típicamente vernáculas, siempre será parcial, subjetiva y lo que es más peligroso en tiempos revolucionarios, recusable por discriminatoria.

Total, que ahora ni siquiera se puede asistir a una boda sin el riesgo de recibir un citatorio. Por esta vez, voy a tener que excusarme con Carlos y Camila.

 


© 2005 Derechos Reservados - Dr. Omar Estacio