- ¿Y si
producto del sudor de su frente, Tascón compró ya su apartamento en Ocean
Drive o en Sausalito?
Pues lo
mismo da. En lo adelante, como si fuese un integrante cualquiera del bajo
perraje bolivariano, tendrá que veranear en la ciudad vacacional de “Los
Caracas” y nosotros, pese a que no simpatizamos con el parlamentario y pese
a que lo tenemos denunciado en el Tribunal Penal Internacional –al igual que
a su jefe- por crímenes de lesa humanidad, lejos de alegrarnos, de reírnos a
mandíbula batiente del mal ajeno, no nos queda otro camino que enviar
nuestra enérgica protesta a las autoridades norteamericanas, por una medida
a todas luces injusta. Además, así, no se trata a un líder revolucionario.
EL INMIGRATION SERVICE.
Días atrás una impenitente lectora de nuestras crónicas de cada lunes, se
quejaba del trato poco cortés, por decir lo menos, que reciben los
venezolanos que acuden a los consulados de Estados Unidos a tramitar
permisos.
“Está
bien. Que nos la concedan o nos nieguen la visa, pero no tienen porqué
vejarnos –finalizaba esta muy querida amiga- ante la vista gorda y quien
sabe si hasta con la complacencia de nuestra Cancillería”.
Pero tales
descortesías, no ocurren tan solo en el Inmigration and Naturalization
Service, que opera en Venezuela. Iguales denuncias hemos escuchado de
los usuarios de otros consulados. Es humano, que ante la inseguridad
personal, el desempleo, la amenaza de guerra civil, pero sobre todo, a causa
del colapso de servicios consecuencia directa de la corrupción desenfrenada,
cada cual busque su escape. Muchos vuelven la mirada hacia algún recóndito
paraje interiorano, para vivir de la caza y de la pesca. Pero hay quien
escudrina su árbol genealógico. Cierto bisabuelo por aquí o aquella
tía-abuela por allá. Todo con tal de encontrar un resquicio para la ansiada
doble nacionalidad, española, italiana e incluso de Zimbabwe. Porque no se
crea. A la hora de las comparaciones, hasta Mugabe, resulta un hombre
decente.
Pero, lo
dicho. Las pésimas pulgas de los funcionarios consulares y el colapso de los
servicios que prestan debido a la estampida de compatriotas, se suman a la
incitación del gobierno gamberro para que se maltrate a todo viajero al
exterior, a excepción de los que lo hacen a Cuba, a que les sorban la
sesera.
Hace algún
tiempo, recordamos, tuvimos un acre intercambio con un tal Chaderton. Ocurre
que según declaraciones del burócrata, el grueso de los venezolanos
establecidos en Estados Unidos, eran prófugos. Un error en la comprensión
del fenómeno migratorio, quizá, a partir de las vivencias familiares de cada
cual. En mi caso, todo emigrante, merece mi respeto. Será porque, mi nono
–al contrario de los antepasados de determinados pisaverdes- no salió
huyendo de Orzomarzo, Italia, por estafador, ni solplón, sino que se vino en
procura del trabajo digno, que entonces le negaba su amada Calabria.
NUESTRA PROTESTA. Sea
como sea, a Tascón le han revocado la visa. Nuestro gobierno no defiende a
los venezolanos y si llegase a hacerlo, lo haría mal, porque carece de
entrenamiento. Ello obliga a que seamos nosotros, quienes tengamos que
protestar por la mencionada revocatoria.
La semana
pasada le enviamos un telegrama (no muy cordial que se diga) al embajador
ruso, por lo que nada tiene de particular, hacer lo mismo con su colega de
Estados Unidos.
Con el
perdón por nuestro inglés tipo Tarzán (Telegrama urgente). Dear Mr.
Bronwfield.US Embassy. No ser mucho justo, Mr. Brownfield (punto)
Chávez entregar fusiles Kalaschnikov a nuestros girls and kids, poner a
circular Maisanta list, ser alto partner of North Korean president, jugar
pico-pico-solorico with Tiro Fijo, Mono Jojoy and, others compinchews of
international terrorism and, what are you doing, Mr. Brownfield? ¡Quitar
visa to Mr. Tascón! Of course (punto) Como Mr. Chávez tener mucho
creole petroleum corporation, Chávez tener visa. Como Mr. Tascón no tener
creole petroleum corporation, Mr.Tascón, go home! and convertirlo en Mr.
Chávez’s flatulencespayer (or pagapedws). Nosotros, no querer
intrigar too much Mr.Brownfield, pero ustedes, pelear con el perro
(Fifí) and not con el amo.Chao pescao, Mr. Brownfield.
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