"Forbes",
revista especializada en la materia, ha contabilizado la fortuna de este
último en 3.000 millones de euros, la cuarta mayor de su país. Todo, sin dar
golpe, ni invertir un peso, sino con perpetraciones que han ido desde el
blanqueo de capitales, la defraudación a la hacienda pública, pasando por el
cohecho, tráfico de influencias, malversación, alteración de precio en
licitaciones, falsedad documental, hasta llegar a delitos contra la fauna.
"¿Y?" se encogerán de hombros algunos de sus congéneres de nuestro gobierno
gamberro, al escuchar lo que para ellos, constituye una menudencia.
La Fiscalía
anticorrupción, reveló el epicentro de la madeja. Si un constructor tenía un
problema, acudía a ver a Roca en la empresa "Planeamiento 2000". De nada le
servía ir al ayuntamiento. "Allí no te daban ni un papel, simplemente te
remitían a Planeamiento 2000", explica, ahora, uno de los soplones a cambio
de lenidad. Una vez en "Planeamiento 2000", Roca otorgaba lo que le pedían,
por lo general, reclasificación de algún lote. "Como contraprestación, te
exigía que pusieses a nombre de sus sociedades algún solar que después,
permisaba para las construcciones mas desmesuradas".
HAMPONES AL PODER. Este entramado de
lucro ilegítimo, resultaría ininteligible sin una referencia histórica. Nos
referimos al ya fallecido Jesús Gil y Gil, mentor de la alcaldesa Yagüe, de
Juan Antonio Roca y de los demás compinches, hoy procesados. Cuando fue
votado como alcalde de Marbella, a comienzos de los 90, Gil y Gil, un hampón
de siete suelas, tenía que haber estado bien preso, como responsable de la
muerte de 152 personas, victimas del desplome de una edificación, en la que
como constructor, había quebrantado las mas elementales normas de seguridad.
Pero entonces el electorado de Marbella tenía la guardia baja. Los partidos
del status, se hallaban en el punto mas bajo y coincidencias del
destino, Francisco Franco, decrépito, soberbio y mas retorcido en sus
últimos días, había indultado o sobreseído a Gil por sus felonías, con lo
cual ignoro cierto código no escrito en materia de perdones: a un hampón
cromosómico, en lugar de aplacarlo, lo alebrestan las malentendidas
conmiseraciones.
Se ha estudiado poco, el siguiente
aspecto de la psicología social. Una determinada comunidad, sabe y le consta
que un individuo tiene prontuario. No puede alegar desconocimiento ni
engaño, pero va y lo elige, en lo que constituye una autoflagelación cercana
al suicidio colectivo.
Ha ocurrido entre nosotros, con "El Mataviejas" concejal de uno de los
circuitos capitalinos, convicto y confeso por asesinar a una anciana; con el
"Diablo" o El Rojo" -
o las dos cosas a la vez-
parlamentario y dirigente local del partido de gobierno, que exhibe el mérito
revolucionario de haber matado a patadas -
asi como suena: a
patadas- a un parroquiano, una noche loca, en una venta de tostadas; con el
caso del alcalde, procesado por propinarle, en una de sus tronas, una puñalada
a un pretendido rival amoroso, todo ello sin contar, aguas arriba, los
antecedentes del individuo que aduna a semejante malandraje, enquistado en
el aparato del Estado.
Total, que Gil erigió un verdadero
andamiaje de corruptelas que le sobrevivió, mucho después de su muerte a
través de sus pupilos.
Secuestro del sistema electoral mediante la dádiva
y la amenaza; nepotismo; penetración
de los tribunales locales, de donde se extraviaban los expedientes por
corrupción;
complicidades con los empresarios mas inmorales. O sea.
INMORALIDAD INTERNACIONAL. A tal punto
ha llegado tal putrefacciÓn, que el gobierno central de España, obvió la
sacrosanta autonomía municipal y procedió a intevenir el ayuntamiento de
Marbella. Lástima
que en el ámbito
externo, el señor
Zapatero tenga parámetros
morales distintos, al extremo de haberse convertido en compinche de cierta
revolución
forajida y desvergonzada, ante la cual la mafia de marbellí, parece una
inocente monjita de los pobres.
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