En
primer término, se legitima que funcionarios cubanos actúen en nuestro
espacio geográfico. "Las
autoridades del Estado requirente -el aparato de seguridad del señor
Castro en la hipótesis que presentamos- o
sus representantes podrán estar presentes y participar en la solicitud de
asistencia en la medida en que no lo prohiba la legislación del Estado
requerido" (c.fr.artículo 5.2). "El Estado requerido autorizará
la presencia de las personas especificadas en la solicitud(...) y les
permitirá proponer preguntas según lo autoricen las leyes del
Estado requirente".
El
"Tratado Interamericano de Asistencia Mutua en Materia Penal",
por el contrario... no faculta a un
Estado parte para emprender en el territorio de otro Estado parte, el
ejercicio de la jurisdicción ni el desempeño de funciones reservadas,
exclusivamente, a las autoridades de la otra parte" (c.fr.artículo
2, primer aparte).
Por
lo que se ve, una diferencia diametral, que coloca a los venezolanos a
merced de un funcionario extranjero, que no se ha ganado ninguna distinción
en cuanto al respeto de los derechos fundamentales.
En
lo adelante Cuba, también, estará facultada "para
averiguar el paradero o la identidad de las personas especificadas en la
solicitud" -algo que tampoco contempla la normativa
interamericana- por lo que no sería de extrañar que usted o yo, por muy
criollos que seamos, enfrentemos persecución de agentes del tenebroso
G-2, so capa que su gobierno necesita conocer nuestro paradero o peor, que
les tengamos que demostrar a tales esbirros, que somos quienes somos y no
quienes ellos suponen o pretenden.
Aunque
este nuevo entramado, represivo y vejatorio puede ser aplicado contra los
v venezolanos, todo parece indicar
que lo buscado, en primera instancia, es espiar el grueso de los 30 mil
cubanos que residen entre nosotros.
En
este particular, vale la pena hacer una acotación. El contingente de
visitantes de la isla, suma un importante número de sicarios entrenados
para morir o matar - más para lo último que para lo primero. Pero hay una
cuestión de justicia que es preciso destacar; el grueso de los enviados
de La Habana a Venezuela, está constituido por modestos trabajadores
sujetos a régimen de esclavitud, lo cual de ninguna manera constituye
desmesura de parte nuestra.
FORMAS
CONTEMPORANEAS DE ESCLAVITUD. Luego de una investigación de más de 15 años,
el experto Kevin Bales, concluyó que en la actualidad existen 27 millones
de esclavos en el mundo. Brasil, Tailandia Mauritania, Sudán, India y
Paquistán, figuran en el estudio Bales como los países con mayor número
de individuos sometidos a este régimen bochornoso. Francia registra 3.000
trabajadores domésticos, en situación de cautiverio y hace unos pocos años
el Nacional Workers Explotation Task
Force, detectó varios centenares de inmigrantes ilegales sujetos a
esclavitud en granjas de California. Pero como allá la justicia sí
funciona, los perpetradores fueron condenados a 36 años de presidio.
Una
de las formas contemporáneas del mencionado flagelo, según el organismo
especializado existente en la ONU, es el abuso contra los trabajadores
migrantes. De acuerdo con un dictamen, del 25 de noviembre de 1996, se
considera que tal tipo de trabajadores están reducidos a la condición de
esclavos, "cuando son obligados a trasladarse al país receptor de
sus servicios, sin la compañía de sus parejas e hijos menores; o cuando
mediante coacción se les obliga a tolerar que todo o parte de su salario
sea pagado a un tercero, sea éste último un particular o un ente
estatal". Algo que rige de manera severa contra los trabajadores
cubanos residentes en el país.
Esta
es la razón que subyace en el mencionado convenio con Cuba. Atenazar a
los nativos de la isla que se encuentran en Venezuela, para preservar el régimen
esclavista al cual se encuentran sometidos.
Mucha
tela que cortar por el Tribunal Penal de La Haya cuando, más temprano que
tarde, colapsen los regímenes gamberros de Caracas y La Habana.
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