|
La informacion despertó curiosidad. Sucede que semanas atras las agencias de noticias revelaron que Chávez había desviado de manera sorpresiva su regreso desde Paraguay para hablar con Alejandro Toledo. El motivo de la inesperada visita a Lima no fué estrechar los lazos entre dos socios del mercado andino. Fue solicitarle "un favorcito" al entonces Presidente electo a cambio de la entrega de Montesinos. Lo de éste último trascendió de inmediato. Sin embargo lo que se mantuvo en el misterio, fué el beneficio solicitado a cambio de la deportación del prófugo. Ahora todo ha quedado al descubierto. Chávez está preocupado porque Bush no le concede audiencia. No decimos asustado, porque no cabe tal palabreja en el diccionario del héroe del Museo Militar. Pero no hay que ser muy perspicaz para advertir la reticencia de la Casa Blanca. Seguro que alguno de sus asesores le habrá dicho que Toledo es el hombre apropiado para romper el hielo y terminar con la angustia. Me lo imagino en sus noches de insomnio. Pensando. Mirando al techo. - Ayer se entrevisto por tercera vez en un año con Fox, presidente de Mexico. A Lagos, a Pastrana y al mismo Toledo, les otorgo audiencias apenas proclamados y la semana pasada se puso a bailar hula-hula en la Casa Blanca con ... a ver, a ver ?como es que se llama el negrito ese, que es presidente de Burunga? "Pedir un deseo" !Así no se dice, chicas! Los deseos no se piden. Buenos o malos, ya se tienen allí dentro, en sus cerebritos, en sus corazoncitos o en cualquier otra parte. Lo que se pide, es que se cumplan los deseos. Igual las jovenes lo van a seguir repitiendo de esa manera antes de soplar las velas de su cumpleaños y "pedir el deseo" de ser la novia de un cantante de rock, de un corredor de bolsa en Wall Street o de uno de los encargados de la distribución de recursos del Plan Bolivar 2000. Tampoco las fechas aniversarias han sido las únicas herramientas metafísicas, para atrapar afectos esquivos. Generaciones y generaciones de solteronas apelaron al auxilio de san Antonio, un verdadero patrón a la hora de enfrentar los rechazos o amores casi imposibles. Pero hasta las tradiciones mas respetables se pierden. Ahí está, por ejemplo, las relaciones incomprendidas de Chavez con George Bush. Mutatis mutandi, por supuesto. Este ultimo no le para, como dicen las mismas chicas que "piden" un deseo. No le responde las solicitudes de audiencia. No le dice que si, menos todavia cuando. De modo que para ponerle fin a la duda. Para detener la incertidumbre que abraza, que quema a todo malquerido, político o amoroso, el gobierno bolivariano le ha encomendado a Toledo !quien iba a creerlo! las funciones de san Antonio o de Cupido político. He aquí el enigmatico favorcito. Del perfecto marido al pefecto jefe de Estado. Informaba "El Universal" días atrás, que Tanya Sasson, una joven británica, ha patentado una maquina de maridos perfectos. El aparatejo se conecta a un computador de modo que un galán apenas desciende en su puntuacion de tal, recibe sanciones que van desde la amonestación verbal hasta su expulsión del gremio, sin apelación ni derecho a pataleo. Sin embargo, no vemos obstáculo para que la joven genio le haga algunas adaptaciones a su invento. En lugar de un marido o novio, se podría lograr el jefe de Estado mas perfecto, si es que cabe la expresión. Un hombre como Chávez, por mencionar uno de los potenciales usuarios, conectado a un aparato como el de la señorita Sasson, si lo que quiere es su audiencia en la Casa Blanca, se controlaría mejor. No le tiraría besos volados a Fidel Castro, ni le escribiría cartas a Ilich Ramirez, "El Chacal", ni le aceptaría colas a Saddan Husseim, ni al primer paso de luna, se pondría a despotricar, por lo menos en público, del imperialismo yanqui. Ya el presidente norteamericano lo habría recibido y lo mas importante, una vez en el Salón Oval, quedaría vacunado contra esas equivocaciones insignificantes, en apariencia, pero que son capaces de dar al traste con importantes acuerdos internacionales. Me parece verlo una vez ante mister Bush. Ahí, confianzudo. Sobrao, porque al fin lo invitaron a Washington. Comportándose bajo la premisa que como los demás son pendejos, por el solo hecho de tocarle la barriga y decirle !Ese, Yorye!, se va a meter en un bolsillo a un hombre de tan malas pulgas. De cometer ese tipo de equivocaciones la máquina lo prevendría de inmediato con el encendido de su luz de alerta. Hay que recordar que estos republicanos son unos tipos verdaderamente duros. Clinton, no perdonaba una conducta impropia en el celebre Salón Oval. Sacaba su habano legendario. Bush, hace lo mismo, pero conservador al fin, en lugar de un tabaco, va y le saca un misil con ojiva química. Para que se lo fume. Sin filtro y sin favorcito que valga.
© 2001 Derechos Reservados - Dr. Omar Estacio
|