¿Y qué trascendencia tiene para el futuro
de los venezolanos si los mencionados adjetivos contra Rosales, se
corresponden con sus reales antropometrías?
Una demostración, si es
que hacía falta otra, de lo bajo que ha colocado el presidente-candidato, la
discusión política en los últimos ocho años. Porque igual de censurable es
desacreditar a Rosales por chiquito, menudo o supuesto enano, que hacer lo
mismo con Chávez, por el hecho que sea bembón, bachacón o nalgón.
Esto de los debates, la televisión y
las infaltables encuestas han pasado a ser parte consubstancial a toda
campaña electoral moderna y bien podría afirmarse que las tres se hallan
vinculadas de manera inseparable.
Porque una vez que se producen
una y hasta varias confrontaciones ante las cámaras, los sondeos más serios
miden su impacto entre los votantes, de modo de saber quién acaparó
preferencias, por carisma, talento, preparación y moralidad, porque aunque
algunos “robolucionarios” lo duden, se ha demostrado, que la inmoralidad
es dañina para la salud de los pueblos.
¿Quién ganaría un hipotético debate
entre Chávez y Manuel Rosales?
Depende del cristal con
que se mire. Días atrás, por nombrar un ejemplo ilustrativo, concluyó la
votación en la ONU para ocupar un asiento en el Consejo de Seguridad. El
autollamado “Salvador de la Humanidad” malbarató más de 400 mil millones de
bolívares en dádivas y dio varias vueltas al mundo a bordo de su
“Comedólares” en procura de los ansiados apoyos, pero he aquí que despuées
jactarse que tenía la victoria “en el buche”, apenas logró empatar una de
las votaciones y en las 44 restantes perdió por paliza. Algo que tampoco se
constituyó en impedimento para que el canciller-autobusero declarase un
triunfo !rodilla en tierra! en la arena del mencionado organismo
multilateral.
No hace falta ser muy
perspicaz, para predecir que en un eventual debate Chávez-Rosales, se
repetirá el mismo patrón de conducta. Insultos al adversario -lacayos del
Imperialismo se llamó a los votantes por Guatemala o más corto, de
currutacos porque se trataba de un pais pequeño- para emerger en toda su
fuerza, el llamado “Síndrome de Jalisco”, vale decir, que cuando no gana,
arrebata, lo que incluye proclamarse ganador, pese a haber recibido una
soberana azotaina. Me parece verlo y oírlo todo.
- Usted,
candidato-presidente explique cómo es posible que después de malbaratar 500
mil millones de dólares en ocho años, según el más reciente informe de la
FAO, el hambre haya aumentado en Venezuela; que durante su presidencia haya
habido mas de 90 mil venezolanos asesinados por el hampa; que los niños de
calle se hayan multiplicado por 100; que vicepresidentes y ministros de su
gobierno ya hayan comenzado a figurar entre los hombres más acaudalados del
planeta
Como por
respuesta, apenas, se escuchara un balbuceo, habrá que llamar a la sala de
terapia intensiva a un de los plumarios. Alguien tipo “El Palangrista con
Cara de Novio Triste” que dragonea los viernes por la esquina de Animas.
-!No se preocupe, mi Presi, que en ese debate usted estuvo botao!
-
Es que yo, apreciado palangrista, siempre me boto.
-
!No, Presidente, botao de Miraflores, pa’l carajo!
Suele
ocurrir: que cuando uno esta de malas, hasta los palangristas lo …mojan. Y
de paso, en eso no cuenta si uno, es negro, bembón, catire ni currutaco.
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