El elemento esencial del trabajo del abogado es la
libertad. Para Ossorio, la abogacía es desde todo punto, incompatible con
la tiranía. Yo, lo presentaría desde un ángulo un tanto diferente: nada
es más intolerable para un abogado, que un tiranuelo.
El verdadero profesional del Derecho personifica la
sublevación racional, civilizada, pero vehemente, contra la obediencia
ciega a las órdenes del poder. Contra el fallo del juez, apela ante la
alzada. Contra el fallo de la alzada, recurre ante el tribunal de
casación. Contra el mandato del ministro, acude en vía
contencioso-administrativa o interpone un amparo. Contra las normas
emanadas del parlamento, agota el recurso de inconstitucionalidad de la
ley. A las autoridades más altas de su país, las acciona por
responsabilidad civil, penal o política.
Me hacía estas reflexiones con motivo de la ley de
Registro y Notarías, que aspira sancionar el Presidente de manera
clandestina.
¡Abogados temblad! Me comentan que tal fue la
expresión jaquetona del ministro de Relaciones Interiores y de Justicia,
cuando presentó en conventículo, este proyecto de ley que se agrega a la
postración y nula independencia de nuestro poder judicial. Como Cuba no
tiene abogados para la exportación, hay que seguir la minimización de
nuestros juristas con proyecto normativos, que al final, a quien dejará
indefenso es al llamado soberano. Veamos.
¿Es usted un modesto comerciante o una empresa
trasnacional, que se dirige al abogado de su confianza, para que le
redacte un complicado contrato, un asamblea de accionistas o le vise el
sencillo traspaso de un automóvil?
No lo podrá hacer otra vez. El proyecto de ley, que
hoy colocamos en nuestra página en la red, establece que tendremos que
acudir ante un notario bolivariano, para que "interprete
adecuadamente" nuestras "manifestaciones de voluntad"
(arts. 1, 119 y 133 literales b) y f). ¡Al diablo con la perniciosa
costumbre de firmar las cláusulas que juzquemos más beneficiosas a
nuestros intereses! En lo adelante quien traducirá los deseos
contractuales de los venezolanos y dictaminará lo que es bueno o no es
bueno para ellos, será un notario nombrado por Miquilena.
Sí, ya lo sé. Este sistema rige en España y de
allí fue implantado en algunos países latinoamericanos. Pero en España
hoy, es una tradición consolidada, que nació cuando no habían abogados
suficientes, en especial en las provincias más remotas. Por eso los reyes
castellanos decidieron trasladar a los notarios, no solo para que dieran
fe publica de los actos que presenciasen, sino para redactasen los
contratos entre unos súbditos casi siempre analfabetas.
En términos relativos, Venezuela es el país con
más abogados del mundo. Veamos unos pocos ejemplos. Tenemos casi 100.000
egresados mientras, Estados Unidos con un PIB 400 veces más grande que el
nuestro, tiene apenas siete veces más colegiados. Alemania con un PIB 40
veces mayor, tiene solo dos veces más matriculados que Venezuela, quien
de paso tiene más abogados que Japón y la ya mencionada España.
Hoy, cuando la tendencia es privatizar servicios
considerados no esenciales, se pretende asumir a través de notarios
nombrados por el gobierno, la función de "redactario público"
de documentos (art. 119 del proyecto). Hablamos de un régimen incapaz de
expedir una cédula de identidad, de dotar de carnet de circulación a los
automóviles y hasta de recibir los impuestos de quien quiera pagarlos. No
hace falta ser muy imaginativo para predecir las demoras y corruptelas, a
objeto de que "su señoría, notario bolivariano" interprete lo
que queremos expresar en un negocio jurídico y sobre todo, para que el
documento se otorgue sin las consabidas dilaciones.
El proyecto top secret. El buen amigo que tuvo la
valentía de entregarme el proyecto en cuestión, me advirtió de los
riesgos que corría al hacerlo. "Este adefesio, es secreto de
Estado" me dijo. Los presidentes de la Federación de Colegios de
Abogados, de los Colegios de esos profesionales y miembros de las Cámaras
de Comercio del país, afectadas por este instrumento, cuando les
pregunté si estaban enterados de esta ocurrencia del señor Miquilena,
quien no pasó del tercer grado y ya no tiene edad para aprender de lo que
no sabe, me confesaron no disponer de información al respecto. Pero la
ley va. No la discutió el parlamento y tampoco ha sido sometida a
consultas. Claro, Chávez fue habilitado para legislar y esa es la forma
de entender el término "democracia participativa" de esta
republiqueta bolivariana.
Por supuesto que el Presidente no fue habilitado
para reformar el Código Civil. Ni el de Comercio. Ni las leyes de
Abogados, Identificación, ni la normativa electoral y muchas otras más,
que invade el citado proyecto. Menos aún para atentar contra los derechos
económicos y al trabajo que consagra la constitución ¡Cosas de
leguleyos! dirán estos presuntos reformadores.
Pero lo expresábamos al comienzo. Tiranuelos y
abogados son dos actores incompatibles. Veremos si con el citado proyecto,
en lugar del "abogados temblad", quien termine con convulsiones,
sea esta revolución forajida e inepta.
Transcripción de algunos
articulos del : Proyecto
de Ley Registral y Notarial
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